MI CHICA MALA 2: volver a verte

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—Boston?— no, no puede ser cierto—COMO QUE BOSTON!!

—Que pequeño que es el mundo verdad?— sonrió mi padre en forma de victoria— Tan pequeño es que tú y Gabriel son hermanos.

—No... no no no no no— me negaba a aceptarlo, esto es mentira. Esto es una vil mentira de mi padre— NO PUEDE SER POSIBLE NO!!

—LO ES!!— me grito casi rompiéndome los tímpanos—Prueba si puedes vivir con eso.

Tenía ganas de vomitar.

Como es posible esto, no puedo creer lo que es me está diciendo. No existe forma alguna que esta misma mujer sea mi madre y si se que se parece a mi pero, que importa eso? Yo me niego a imaginar que Gabriel y yo seamos de la misma sangre. No es posible.

Me niego a creer lo que este hombre dice.

—Bueno supongo que debes asimilar lo que te acabo de contar— hablo con cierta maldad. Este aún mirándome a los ojos se marcho dejándome sola de nuevo. Ya que la mujer lo siguió casi como si fuera su sombra.

Es imposible.

Yo no soy la hermana de Gabriel.

El no es mi hermano.

Ella no es mi madre.

—Dios Gabriel apúrate por favor— me hable a mi misma.

                                                *

—Señor— habló uno de los guardias.

—Mm?— hable desde el otro lado de la puerta, ya que había salido de ducharme y solo tenía una toalla en la cintura.

—Una joven desea verlo— me pare en seco, casi como queriendo ver a través de esa puerta.

Será Eva?

—Amorcito soy yo!!—ash, Sonia.

—Que carajos quieres— hable aún sin abrirle.

— Simplemente hablar contigo—  con dudas en mi mente y por que supiera que me arrepentiría, sin embargo le abrí la puerta para que entrara. — Me sorprende que sedas a verme.

—No hagas que me arrepienta, si?— esta asintió como si nada y se apoyo en una mesa que había en la sala.

—Te extrañe mucho sabias?— era increíble cómo está mujer podía estar tan loca. Pese a que fue violada por los hombres y además de ser rechazada más de mil veces por mi, sin embargo volvía.

—No me influye en nada saberlo— contraataque.

—Se que no te influye en nada, pero eso es lo que más me gusta de ti— suspiro con cierta elegancia— El que seas tan malditamente difícil de conquistar me provoca una gran fascinación— esta me observo casi como queriendo devorarme con la mirada y más ahora que estaba con solo una toalla en mi cadera— Sabes más allá de que tus hombres se aprovecharon de mi, creo que tu no tienes la culpa, digo tus los mandaste a hacerme los que ellos quisieran, pero jamás dijiste que me violen sino que eso fue lo que ellos creyeron. Así que por mi estás más que perdonado amor.

Amor?

Esta mujer está loca enserio.

—Sonia... ya deja la charla ridícula y solo dime para que carajos viniste a verme— la desafié mientras me cruzaba de brazos. — Por que si viniste para solo darme  una conversación que no va llegar a ningún lado— me acerque a ella— vete.