MI CHICA MALA 2: volver a verte

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La próxima pelea era una muy importante, no solo por cómo me encontraba, ya que mis heridas aún no sanaban sino que ahora que con Evangeline estábamos mucho más que bien, y eso me alentaba, me hacía mirar adelante y que no me rendiría hasta acabar con mi "suegro".

—Y el ganador es Demond!!— gritó el presentador.— Nadie puede con este novato, el cual a sorprendido a todos con su talento.

—Yo puedo vencerlo— Hablo Lionel desde una de las esquinas  del lugar.

—Pero Lionel—

—CÁLLATE!!— lo empujo— Este jodido hijo de puta es mío.

—Tuyo? Dios me enterneces—

—No sabes con quien te estás metiendo Gabriel—

— Creo que tu si por que no creo que tu cara opine los mismo o no? Cara quemada— este se abalanzó hacia mí pero yo con facilidad lo tiré hacia un costado.

—Me las pagarás caro por quemarme la cara— me amenazo.
Para ser sinceros no me arrepiento de a verle quemado la cara, fue cuando los mandé a  él y a Sonia con mis hombres, que casi siempre ellos suelen ser más sanguinarios que yo.
Me habían contado que le quemaron la cara como si fuera un cenicero, apagando 100 cigarrillos en su rostro, casi al punto de dejarlo ciego de uno ojo,  también me dijeron que con el primer cigarrillo comenzó a llorar del dolor y que cuando apagaron el último este ya parecía no sentir nada y que solo en su rostro y ojos podía verse el odio que me tenía.

Pero a pesar de eso no le tenía miedo.

—Con Sonia y mi ex- suegro tenemos una gran sorpresa para ti— me sobresalte, mire al público buscando a Eva pero ella no estaba, Tania me miraba      confundida y Yang me gritaba algo que no entendía desde la zona vip.—Tráiganla chicos.

Todos quedaron sorprendidos incluyéndome, Evangeline venía arrastrada por los hombres del lugar. No solo estaba llorando al punto de gritar y no quería mirarme a la cara, sino que todo su cuerpo temblaba al punto de pareces que estaba en medio de un lugar de hielo.

—Evangeline estás bien?— trate de acercarme pero ella se corrio.

—No me mires!!— se tapo el rostro— Soy un monstruo.

—Pero que te hicieron!! Por favor déjame ver!!— comenzaba a alterarme y mi respiración estaba entrecortada. Ya el público no me importaba y ni siquiera la competencia, solo quería saber si ella estaba bien.

—Soy un monstruo— dijo al verme a la cara.

Quede inmóvil al ver lo que ella no quería mostrarme. Mire a Lionel y después ah al público, en las pantallas del estadio su rostro se mostraba sin piedad y la gente permaneció en silencio unos segundos para luego comenzar a hablar entre ellos.
Casi todo su párpado y abajo de su cuello estaba quemado, no al punto de verse sus hueso, pero si su piel había quedado modificada.

—Como pudieron ser capaces de esto— hable en voz alta— Es tu maldita hija!! Cómo puedes hacerle esto!!— le grite a quien miraba desde arriba de la arena.
Su hermoso rostro había sido arruinado y su autoestima también, ya que estaba sentada tapándose su rostro con sus rodillas y solo dispuesta a llorar.

—Ahora vez de lo que soy capaz?— lo observe queriendo correr y matarlo, pero sabía que eso sería que él ganara, el matarlo terminaría con su sufrimiento y yo no le daría el gusto. Pero si me prometía hacerlo sufrir hasta el último día de su vida, al punto que él mismo me pida a gritos que lo mate. — No fue difícil quemarla, ya que use el mismo líquido tóxico que tus hombres usaron en mi— este saco un frasco del bolsillo de su pantalón y luego me lo lanzó el cual atrapé con facilidad— Efectivo y rápido, pero lo que puede llegar a quemarte, es fatal.