MI CHICA MALA 2: volver a verte

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-Gabriel deberías de decírselo-me hablo Ian desde el otro lado de la línea telefónica.- ella ya termino con su noviecito es hora de que ella lo sepa.

-No puedo, por más que quiera no puedo intente decírselo anoche, de mostrarle quien era pero no pude, se me hizo muy difícil a demás sabes lo estupido que me pongo cuando estoy cerca de ella- pude escuchar una risa de su parte.

-Lo se, después de todo... hace 5 años que no estás con una mujer a eso le llamo yo estar enamorado, dime que se siente volver a besar luego de tanto tiempo?- esta vez el que sonrió fui yo, ya que la sensación aún estaba latente en mis labios, era increíble tanto como lo recordaba, muy suaves, delicados.

-Me prometí a mí mismo que no tocaría a otra mujer que no sea ella- y era verdad, en mis 5 años jamás había besado o siquiera acariciado a otra mujer que no allá sigo Evangeline. Gracioso no? Por que antes de conocerla era todo un mujeriego.

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Están todos listos? - dijo Evangeline desde un micrófono- Comiencen!

Con Ian y Lucio habíamos ideado un plan, que desde el principio era ir los tres a buscar cada uno una carta, ya que no quería malgastar las mía ni ellos las suyas. Todos comenzamos a correr en direcciones opuestas ya que cada grupo estaba en zonas diferentes, pero sabía muy bien donde encontrarme con mis amigos, ya que había visto anteriormente un árbol muy grande en este lugar y sería el Perfecto encuentro.

- Chicos!! Están acá?- una mano me sobresalto al tocar mi hombro, pero al ver que era Lucio con Ian me tranquilice.

-Y bien? A donde vamos?- hablo Lucio sin importancia.

-Puedo ayudarlos?- esa voz....

-Sonia!- le respondí de muy mala gana. Acaso esta chica no se cansa? Mil veces le dije que no a todas sus propuestas de sexo.

-Sabes muy bien como es el trato, tú me pides ayuda y yo bueno, gano lo que tanto quiero- esta se acercó a mi y tocó mi hombro muy seductoramente, sin importarle que Ian y Lucio nos vieran.

-Diculpame niña!- le dijo Lucio- tu no tienes que encargarte de conseguir tu carta?

-Ya la tengo- le respondió desafiante y mostrando que tenía una carta en sus manos.

-Tan rápido?- hablo incrédulo Ian.

Sin dudas era muy talentosa, me hacía acordar a Evangeline de joven, con su ego y su tanta superioridad.

-No necesito tu ayuda! Ya te lo dije mil veces, prefiero perder antes que cogerme a alguien a quien no me excita en lo más mínimo- por un segundo, vi como sus ojos se cristalizaron, le había roto el corazón, pero en eso ya estaba acostumbrado. - Sigamos chicos.

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-Alice, tienes una llamada de Lionel, de nuevo...- hablo Roger.

- Sabes muy bien lo que tienes que hacer y por favor no me vuelvas a decir que llamo, simplemente no me lo nombres si?- este asintió y me dejo en la cabina junto con Sasha y Robert.

- Te noto distinta- debido al tono en que me lo dijo Sasha, esta sabía que algún hombre daba vueltas por mi cabeza, fue inevitable no reírme ante su mirada de picardía.

-Puede ser- le sonreí, esta levantó las cejas buscando explicaciones pero yo solo me limité a mirar los monitores frente a nosotros, en ninguna veía a Demon y eso de cierta forma me incomodaba.

Donde carajo esta?

Inconscientemente me maldije a mi misma, no puedo estar así por un completo desconocido, solo nos besamos una vez y ya me encuentro preocupada.
Desde cuando me había convertido en una persona tan débil y frágil? Yo soy Alice Evangeline Morgan, una de las mejores luchadoras, una de las mejores en las careras y en todo lo que se proponga, no puedo ser así de sensible.

- Alice, creo que algo paso en el monitor 12- hablo Robert, para luego mostrarme este.

-Demon.....-

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-Demon, estás bien?- me hablo Evangeline con lágrimas en los ojos.

-Creo que si... - al mirar a mi alrededor estaba en mi habitación, estaba solo con ella y sus ojos se encontraban hinchados, seguro de no dormir.- por que estás llorando?

-Como se te ocurre hacerme eso? Pensé que habías muerto maldito idiota!- me golpeó- Sabes todo lo que lloré y lo que me costaba dormir?

- Pero..- esta me abrazo- lo siento... pero no me acuerdo de nada.- esta me miro sorprendida y secando sus lágrimas.

-Hace 4 días que estabas desmallado, no sabría cuando despertarías- tan preocupada estaba? Pero apenas me conoce...- te juro que si me vuelves a hacer eso te voy a dejar en coma de un golpe.

- Pero no entiendo... por qué preocuparte tanto por mi? Un simple participante- esta sonrió y me miro de una forma que ya reconocía, incrédula y pícaramente..

-Ya se que eres tú Gabriel- me quede en shock por unos segundos y seguido de eso me quito la máscara, creí que el silencio entre nosotros fue eterno, pero a la vez muy expresivo, sus ojos me miraban con una ternura inmensa, tanto que creí que los ojos me explotarían de tanta belleza ante mi.-Desde el primer momento en que vi esos ojos tan claros y expresivos ante mi, me hicieron crear sospechas, aunque creo que el beso fue lo que me confirmó todo.

-Pero.. no lo se pensé que nunca lo adivinarías- esta río vagamente y me acarició el cabello muy dulce.

-Como no reconocer al amor de mi vida- mis ojos se cristalizaron de un momento al otro. Había imaginado este momento en todos mis sueños y de todas las formas posibles, el volver a reencontrarnos y que ella me mire de esta forma, con tanto amor y cariño como hace 5 años, el verla sonreír y que esa sonrisa sea por mis acciones.- Ahora si, por favor puede besarme?- sonreí y me senté en la cama, para luego acercar nuestros rostros muy lentamente hasta llegar a chocar nuestras respiraciones.

-Sabes que nunca te dejaría no?- al momento de asentir creí que mi mundo se paralizó por unos segundos, aún estaba sorprendido de que ella sepa que todo es tiempo fui yo, pero creo que nuestra conexión es más grande de lo que pensé.
Con dureza la acerque a mi y uno nuestros labios en un beso profundo y lleno de sentimientos retenidos hace 5 años. El beso primero fue lento y muy romántico, pero luego, la intensidad retenida de ambas partes fue presente ya que nuestra lenguas bailaban de tal manera que creí que me estallaría el cerebro, por que Evangeline me provocaba eso, millones de cosas que hacían que explote o que me sienta un niño. Al fin, tenía a mi hermosa Evangeline en mis brazos y por fin podía saber que era yo, más allá de que siempre lo supo.

-Te extrañe- me dijo al cortar el beso por falta de aire- y mucho, no sabes la falta que me hiciste.

-Y tu no te das la idea de la falta que me hiciste a mi, no eh tocado una sola mujer luego de lo qué pasó- esta rio tímida y era la primera vez en mucho tiempo que la veía sonrojada ante mi.

-Si, claro- dijo irónica.

- Y Ian y Lucio?- hable para cambiar de tema.

- Ian y Lucio también están en la competencia?- me respondió levantando una ceja.

- Es enserio? Me reconoces a mi pero no al par de tórtolitos? Amor, enserio me extraña- ambos reímos como en los viejos tiempos y fue en ese momento en que me sentí completo de nuevo, en que supe que ahora todo estaría bien.

- No, no los reconocí- respondió divertida y acomodándose en la cama.

- Es por mi que dejaste a Lionel?- cambie de nuevo de tema.

-En parte si, además de que sabía lo que tramaba pero digamos que tú fuiste la mayor parte de ese problema.-

-Pase la fase?- este primero bajo la cabeza y luego negó repetidas veces.

- Enserio no me acuerdo de nada- un suspiro lento salió de su parte y luego me acarició la mejilla con dulzura.

-Te lo contaré-