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—Hoy mi querido público, tendremos una batalla donde dos titanes serán de lo más agresivooos— antes de entrar sabía que me tocaba con un luchador muy diferente al que imaginaba, los antiguos competidores habían sido reemplazados por otros que podrían matar fácil a diez personas.

—Vas a estar bien si?— me alentó Tania— Anda rómpele el culo a ese imbecil— en los últimos días ella me había hecho compañía y me había alentado, se había convertido en una buena amiga.

—Tu igual, espero al menos dures un primer round— esta puso los ojos en blanco y sacó la lengua— Bien nos vemos— una vez que escuche que me nombraron , iba dar marcha a la pista.

—Hey!!— me volteé.

—Eva? Pero qué haces aquí? No es que no puedes salir?—pregunté.

—Mi padre dijo que sería lindo pasar tiempo entre hermanos y sin más me dejó libre, pero obvio, con custodias— señaló detrás de si— Tengo otros con francotiradores que aún no encuentro pero se que están, en sabe que estos dos guardias no son rivales para mi.

—Bien, tengo que irme— está casi no dándome pie a voltearme me abrazo.

—Me gustaría besarte— agregó.

—Solo besarme? Entonces no te dire lo que me gustaría hacerte a ti— este comenzó a reír al igual que yo, la tomé muy suavemente del rostro y esta me dio una mirada de aliento. Iba a besarla, de verdad quería besarla, pero solo me dispuse a besar su frente.

Ahora si ya caminé hasta la arena y la gente estaba mucho más loca de lo habitual, como supuse no gritaban mi nombre sino el de mi contrincante.

Red! Red! Red! Red!

El público pedía al luchador que al asomarse admito que me dio cierto escalofrío. Era un gigante de sos metros y su espalda podría ser tranquilamente una pared.

No tengas miedo.

Mi contrincante parecía reírse a mi estatura, casi como si esta fuera una pelea ya ganada.— Así que tú eres el que jodio a mi jefe.

—Y tú eres el títere de él?— contraataque.

—Niño aún tienes la posibilidad de irte y rendirte— advirtió.

—Jamás— le respondí de lo más seguro. Seguido de eso, la pelea comenzó y así fue como recibí el primer golpe y también caí al suelo cual costal de papas.
Este hombre era de verdad fuerte, me dolía mucho el estómago y hasta creo que tengo una costilla rota.

—JAJAJAJA enserio logras darme lastima y sabes? Ni siquiera quiero ganar esta competencia— con un odio increíble lo observaba en silencio. — El dueño de todo esto me pago mucho dinero por llevarle tu cabeza y eso es suficiente para mi. A demás, me encanta romperle la cara de jovencitos como tu.

—Ay me alagas sabes?— le hable con mucha ironía— Hasta llego a pensar que te gusto, pero lamento decirte que me encantan las mujeres.

—COMO!?— este parecía a verse puesto morado por mis palabras— Acaso quieres que te arranque el hígado?

—Acaso quieres que te la mame? Digo, con esas miradas que me das, me incomodan, eres muy evidente lo sabias? — este casi como un rayo comenzó a correr en mi dirección.

Bien, como queríamos.

Sabía muy bien que para hombres de su altura no era conveniente golpear en su cuerpo, ya que me podría quebrar la mano al intentarlo. Lo más conveniente en estos casos es la cabeza o sus piernas. Pero, para mi mala suerte cuando me iba a disponer a saltar hacia su cabeza, este me atrapó en su brazos y me aventó a la pared más cercana.

MI CHICA MALA 2: volver a verteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora