Capítulo 19

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Stef se encontraba en el pasillo esperando pacientemente a que Eros decidiera salir de la habitación, mientras tanto no dejaba de repetir una y otra vez la mirada que su amigo, su hermano le había dedicado, más que enojado estaba dolido y muy pero muy furioso y ella lo comprendía, pero deseaba de todo corazón que sus malas decisiones no terminarán por costarle el odio de una de las personas que amaba.

Con la vista clava en la puerta observó salir a su amigo quien no miraba a los ojos, Eros era un hombre realmente atractivo que podía dejar a cualquiera hombre o mujer sin palabras, sus ojos café, cabello castaño con pequeños destellos de rubio, piel bronceada, figura atlética, labios finos pero muy rojos y una estatura de un metro noventa eran suficientes para bajarle las bragas a cualquiera.

Ella no sabía ni por dónde empezar y que él estuviera sin decir absolutamente nada, con los brazos cruzados sobre el pecho y una mirada para nada amigable no le ayudaban a encontrara las palabras correctas para comenzar aceptar su culpabilidad.

Poco a poco Eros comenzaba a perder la paciencia, él necesitaba regresara al lado de su querida princesa y si Stef no habla pronto la dejaría planta en el pasillo.

- Realmente lo siento- fueron las primeras palabras de ella.

- ¿Lo sientes?- respondió él con ironía.

- Lo hago.

- Pues no lo parece.

- Sé que fui una egoísta e inmadura al ocultarte lo que pasaba con Sofia, pero debes entender que lo hice pensando en ti.

- ¿Pensando en mi?, ¿Hablas en serio?- Eros estaba comenzando a enojarse.

- Si, lo hice pensando en ti, ¿Por qué hace cuánto no tienes unas vacaciones?, ¿Hace cuanto no duermes lo debido? Y no te atrevas a negar lo que he dicho porque sabes que es verdad, estas tan concentrado en conseguir esa estrella Micheline que te has olvidado de que eres un ser humano que necesita hacer lo básico como comer y dormir- él sabía que Stef tenía razón pero no era el momento de aceptar que se estaba descuidando.

- Es mi trabajo, de eso vivo y es lo que me mantiene cuerdo- respondió el con simpleza.

- Muy trabajo puede ser pero te estaba consumiendo o ¿A caso recuerdas la última vez que jugaste con Sofia o que simplemente la visitaste?- eso era un golpe bajo, muy bajo en realidad- pusiste tu trabajo por encima de tu familia y por eso cuando anunciaste que te tomarías una vacaciones en una de las pocas vez que cenas que compartimos me alegro tanto que cuando Sofia tuvo su recaída tome la decisión de mantenerte al margen, por tu bien y por tu salud.

- Eso no es excusa, pude haber mandado a la mierda mis vacaciones con tal de estar al lado de mi princesa.

- Porque sabía que harías eso no hable contigo, mereces un descanso de todo y de todos.

- Tú sabes muy bien cuánto amo a esa niña y que me moriría si le pasa algo- los ojos de Eros se humedecieron y eso partió el corazón de Stef.

- Sabía que la situación no era tan grave por eso no te hable o ¿Crees que no te contactaría si ella se pusiera muy mal?

- Ya no se qué creer, me mentiste y sabes que odio las mentiras y a los mentirosos- la chica cerró los ojos, porque estaba enterada de lo que opinaba su amigo sobre las personas que no eran honestas.

- Y por eso es que ahora te pido una disculpa de todo corazón, no lo hice por malicia o por alejarte de ella, simplemente quise protegerte como tú lo has hecho conmigo desde que nos conocemos.

- A veces debemos dejar que los demás tomen una decisión respecto a algo que les concierne y que de alguna u otra manera puede llegar a causarles daño.

BorjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora