120 Dias

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Su mente deambulaba, no podía pensar nada concretamente, se sentía perdida.

¿Cuántos días van? - se preguntaba.

No lo sabía. Había perdido la cuenta en 87. Ese día ocurrió algo fatal, lágrimas empezaron a caer por su mejillas pero ella ya no hacía ningún ruido. No podía.

Ya no olía, y no le interesaba como estaba vestida. No sé sentía bien. Mientras seguía llorando una parte de ella pensaba si saldría de eso. Si finalmente acabaría.

¿Tendría fin?

Escuchó la puerta abriéndose. Se quedó quieta no hizo ningún movimiento, sabía que empeoraría.

— Princesa — exclamó esa voz que ya conocía. Era gruesa y profunda. Antes la estremecía pero ahora ya ni se movía —. Me encanta cuando te portas bien — añadió una vez que entró.

Se le acercó, se agachó y le acarició la mejilla. Su mano era grande pesada y fría. Así era todo su cuerpo.

— ¿Por qué lloras? — dijo con una voz que trataba de ser dulce —. Ya no llores princesa. Creí que lo empezabas a disfrutar.

Ella secó sus lágrimas con las manos. No lo miraba a los ojos, no quería verlos. Era lo único de él que se podía mirar tras su máscara.

— Muy bien. Eres toda una chica fuerte.

La tomó con sus grandes brazos cargandola y la acostó en una mesa metálica que se hallaba en la habitación. Le rompió la bata que llevaba dejando su cuerpo desnudo y expuesto. Él la empezó a tocar intrusivamente, luego llevó sus manos a su pantalón y rápidamente se lo bajó.

Ella ya conocía ese sonido, la primera vez que lo escuchó fue en el último día que pudo contar, el día 87. De nuevo empezó a llorar en silencio y su mente se nubló.

282 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora