(Pedidos cerrados)
Apartados dedicados a chicas especiales con enfermedades y dificultades en su vida, one-shots para chicas con cáncer, deformidades, otras enfermedades, chicas que no se sienten bellas. 🌼
Vamos con el segundo pedido de mi amiga preciosa @danversKarla
Nombre: Hotaru.
Ocupación: Primera dueña del Boar Hat.
🌼: Cáncer cerebral.
Atención: Este fanfic tiene contenido angst y hurt/confort. No sé si realmente se denominan así pero los explico: el Angst es contenido donde se tratan temas tristes como un enfermedad, depresión, angustia dolorosa; y el Hurt/Confort es muy parecido al Angst con la diferencia de que en este la persona que padece tiene el apoyo de alguien que suele ser su pareja o familia.
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- Mmm... ¿qué es esto? – preguntó una chica parada en el césped de la colina.
- Un niño tal vez – contestó un cerdo a su lado.
- O un caballero sagrado, mira esa armadura tan espectacular – continuó ella.
- ¿Qué harás con él, Hotaru-chan? – preguntó el cerdo rosita mirando a la joven.
- Pues dejarle aquí, es obvio – dijo dándole la espalda – Tengo cosas más importantes que atender. Además, seguro que está muerto.
- ¿¿Qué?? ¿De verdad lo vas a dejar tirado? – el cerdo levantó las orejas alarmado.
Hawk miraba a la chica caminar en dirección al Boar Hat. La dueña de ese bar abierto en el lomo de su mami era muy cabezota, terca y malhumorada... pero todo tenía una explicación. Aunque Hawk fuera alguien despreocupado, sentía una especie de vínculo con el chico que yacía tirado en el suelo metido en una armadura de combate.
- ¡Hotaru-chan! ¡Un muerto en medio del camino da muy mala imagen al bar! – le regañó el cerdo - ¡Está muy cerca de la taberna!
- No es mi problema, ni le conozco – decía caminando moviendo la mano con un gesto despreocupado.
- ¡Al menos confirma que esté muerto! ¡No quiero un fantasma atormentando a mi mami por no haberle ayudado o dado sepultura! – Hawk corría detrás de ella.
La chica dio un suspiro bastante fuerte y exagerado, llevándose una mano a la frente. La voz de Hawk era muy irritante para ella cuando gritaba y le daba dolor de cabeza. Sólo para que se callase, agarró un palo de madera de un lado del camino y volvió a acercarse a la armadura, acompañado por el cerdo. Luego se inclinó a su lado y empezó a golpear la armadura con él, haciendo ruido, para ver si la persona que estaba en el interior daba alguna respuesta o no.
- Parece que nada, Hawk – dijo lanzando el trozo de madera lejos – No hay respuesta.
