🌼 One Shots Nanatsu No Taizai 🌼 (Terminada)

El Vals de la Madre Tierra (Gloxinia-Drole)

Segunda parte fusionada en una de los capítulos:

 - El Vals de las Mariposas - Gloxinia.

 - Madre Tierra - Drole

¿Esto que significa? ¡Vuelven Ondina y Febe! ^o^

Pequeño recordatorio:

Ondina: es la reina hada de la época de Gloxinia y su esposa que fue atacada junto a Gerheade en la Guerra Santa. Le falta el brazo derecho a la altura del hombro y tiene la mandíbula rota y desencajada que esconde tras una gruesa bufanda. Tiene el cabello azul turquesa liso a la altura de los hombros y los ojos color miel, y lleva un vestido corto con las mangas muy anchas para esconder la ausencia de su brazo. Es seria, callada y con un gran sentido protector hacia los demás.

Febe: "La de las alas rotas" es una híbrida de padre gigante y madre hada, pero se siente gigante, y por ello mide 5 metros de alto con cuerpo musculado de gigante y alas azules en mal estado. Tiene el cabello anaranjado y largo, y los ojos casi del mismo color. Viste top y pantalones de campana azul oscuro y lleva aún en sus brazos los trozos de tela que Drole le dio para curar sus heridas. Es perezosa, sarcástica, con un humor muy personal y dice las cosas a la cara.

Espero que este pequeño invento os guste :3

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El cielo oscurecido rugía con cada trueno, haciendo que los rayos y relámpagos iluminaran la noche un poco. En la pradera no había un alma, pues el mal tiempo no hacía que saliesen los animales, que esperaban escondidos a que todo mejorase. Entrando a la llanura, un enorme gigante de cuatro brazos apareció, mirando a todas partes. Tras esos 3000 años dormido y algunas masacres después junto a los Mandamientos, ahora volvía a ser el mismo de siempre, renunciando a su poder para volver a ser aquel al que nombraron las leyendas como Rey de los Gigantes.

Drole caminaba en la oscuridad, siendo iluminado de vez en cuando por la tormenta, intentando saber en que parte de la llanura se encontraba. Ahora había cambiado mucho tras estos siglos, se habían desviado ríos, construido pueblos, deforestado... pero debía encontrar a esa chica que le había esperado tantísimo tiempo.

Se acercó a la montaña, con sus sentidos alerta, buscando alguna presencia que le resultase familiar. Caminó por el borde de la montaña, buscando su viejo hogar construido, viendo a lo lejos un derrumbe de piedras. Tras acercarse un poco más, vio que su dolmen estaba escondido bajo el enorme peso del derrumbe, pero no había caído. La puerta estaba tapada, aguantando el paso del tiempo como una campeona.

 - ¡Febe! - gritó el gigante agachándose.

Pero no obtuvo respuesta.

 - ¡Febe, he vuelto! ¿Dónde estás?

Drole miró alrededor, sin encontrar un alma cerca de él. Apretó la mandíbula, y justo antes de levantarse, un curioso corzo asomó por la grieta de la entrada al dolmen. Movió las orejas y el hocico saliendo y mirando a Drole. Detrás de él, aparecieron otras diversas razas de animales que se escondían en ese buen lugar, esperando que pasara el mal tiempo y el desastre que se avecinaba.

 - Febe - dijo Drole mirándole - ¿Conoces a Febe? Una híbrida de gigante con hada, pelo anaranjado, alas azules rotas... 

El corzo giró la cabeza, sin entender lo que decía. Tras él se asomaron más animales, y por sus gestos y expresiones, no conocían a Febe. Drole se sentó en el suelo, mirando a la hierba, con los labios entreabiertos. Si esos animales que ahora vivían ahí no conocían a Febe, era porque ella llevaba mucho tiempo sin estar por aquí.

 - No puede ser... la conozco... - murmuró sosteniendo su cabeza con las cuatro manos - Ella no se hubiese marchado de aquí nunca... ella defendería este territorio con su vida...