capitulo 1

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Comenzaba el día como cualquier otro en la cafetería donde trabajo, era un lugar muy relajado, aprendía muchas cosas con forme pasaba el tiempo . Llevo aquí ya un año y ciertamente no es el mejor empleo del mundo pero me siento bien en éste lugar, tengo buenos compañeros con los que paso gran parte del día, podemos conversar cuando no tengamos clientes e incluso podemos comer lo que queramos del menú cosa que para nuestra suerte tenemos una gran variedad para escoger. la paga no era buena pero era pasable para poder cubrir la semana entera y no morir de hambre.
Mis compañeros solo trabajaban por gusto así que ésto no les afectaba del todo pero en cambio, a mí me afectaba terriblemente .
Vivía solo ya que mi madre murió hace unos años y jamás conocí a mi padre. No tengo más familia por lo que tuve que valerme por mí mismo a tan corta edad. Hoy a mis 16 años trabajo en una cafetería de tiempo completo y estudio por internet para poder tener mínimo una posibilidad de avanzar en mi vida .
Todas las tardes atendía casi a los mismos clientes una y otra vez, al parecer la cafetería era todo un éxito ya que solía venir más y más gente a comprar, me encantaba recibir a nuestros clientes con una sonrisa ya que ellos me devolvían el gesto de la misma forma y en ocasiones me daban propina cosa que no negaba puesto que en verdad era una ayuda extra que agradecía enormemente.

Me siento algo cansado, ya quiero que acabe mi turno para poder ir a descansar- dije soltando un pesado suspiro en señal de que estaba muy agotado, me recargue en el mostrador para descansar un poco aprovechando que no teníamos clientes por atender por el momento, apenas eran las 3 de la tarde por lo que no era un horario tan movido-

Vaya, el gran Mikaela quiere ir a casa a dormir? Porque no te vez tan motivado como siempre? Será que te hace falta acción en tu vida?- decía mi compañera con una sonrisa llena de picardía, sabía sus negras intenciones por lo que negué rápidamente y me alejé un poco-

Akane, no busco tener nada que ver con nadie, estoy bien solo además tengo cosas más importantes en qué perder mi tiempo . Una relación no lo es todo preciosa- la chica en ese momento hizo una nueva de desagrado, no me sorprende puesto que siempre hace lo mismo cada que tenemos ésta clase de conversaciones, intentará hacerme" entrar en razón" , tratará de convencerme a que busque el amor y cosas por el estilo. Simplemente me dispuse a ignorarla y me quedé viendo un punto fijo en la ventana para irme un rato del mundo, fue en ese momento que escuché el sonido de la puerta abrirse y las voces de unos chicos entrando a la cafetería. Eran tres chicos para ser exactos: un chico castaño, bajito y adorable, un chico de lentes malhumorado con cabello rosa y un chico azabache de ojos bonitos,bueno, no era lo único lindo que tenía, su sonrisa era realmente hermosa, lo escuchaba reír mientras sus amigos conversaban con el . Me distraje viendo su encantadora sonrisa que incluso olvidé que estaba hablando con Akane la cual me comenzaba a mover de un lado a otro mientras me gritaba para que le pusiera atención- que quieres?- ya en mis 5 sentidos volteó a ver a la chica y ésta me responde-
Te toca ir a atenderlos, ya me cansé de atender adolescentes estúpidos.

Está bien, iré yo -no me lo dijo ni dos veces, salí como rayo hasta la mesa de los chicos dispuesto a tomar su orden tratando de actuar lo más natural posible lo cual fue difícil puesto que el chico que me atrajo me desconcentraba un poco. Tomé rápidamente sus órdenes menos la del chico de los ojos verdes ya que al parecer no tenía apetito. Me sentí decepcionado ya que tenía planeado lucirme con uno de mis platillos para poder captar su atención pero mis planes se fueron al carajo cuando dijo que no quería nada . Luego de preparar sus órdenes tuve una gran idea. Entiendo que no tenga apetito pero nadie puede resistirse a mis malteadas o al menos eso escuché decir de varios de mis clientes, mis malteadas eran las mejores pero solo pocas veces hacía mi mayor creación: "la malteada de fresa " esa era la respuesta a mis preguntas, la vieja confiable. Tal vez si le doy una malteada de fresa sin decir nada pueda llamar su atención.
Decidí no pensarlo ni un segundo más y empecé a prepararla. Al terminar con las órdenes y con la malteada de mi enamorado, me acerqué hasta ellos entregándoles sus órdenes. - que tengan un buen provecho- dije con una gran sonrisa para luego retirarme, eso hasta que escuché una voz llamándome de vuelta-
Disculpa pero yo no ordené ésto- era su voz, la voz del chico de ojos verdes, tan encantadora y dulce que no lo podía creer. No supe que decir ante su comentario por lo que respondí lo único que por el momento podía salir de mis labios tratando de no parecer nervioso-

Es de cortesía para que puedan...conocer el menú y nuestros postres. Disfrútalo .- sin más me fuí a toda velocidad para evitar más interrogatorios. Me escondí en la cocina para poder relajarme un poco pero no podía dejar de pensar en la situación, me sentía raro, feliz, emocionado y algo aliviado, un sentimiento de satisfacción pero también de vergüenza, acaso le acabo de coquetear a un cliente? Vaya, nunca me creí capaz de algo así.

-Y bien? Cómo te fue Romeo? - lo que faltaba , me descubrieron en el acto- que pasó con el chico que no tenía tiempo para el amor ?

-Se murió cuando entró esa belleza a la tienda. Sabes quién es?

-No pero puedo averiguarlo si quieres, son chicos como de nuestra edad incluso por el uniforme que llevan creo que son de ese colegio de ricos, el colegio seraph si no me equivoco.

-Vienen de un colegio, entonces no son de nuestra clase social. Ahora entiendo porque no quería mi malteada- volteo a ver a los chicos a lo lejos para verificar si había tomado la malteada que le di esperando una respuesta negativa pero fue todo lo contrario, el parecía estar saboreando la malteada de fresa que le obsequie . En ese momento mi corazón palpitaba al millón- le gustó! Sabía que sería un éxito! Ahora solo tengo que ir cuando quieran pagar y...diablos.

Que? Te dió miedo ?- se empezó a reír de la nada mi compañera cosa que me avergonzó demasiado, me imagino que por mi cara de espanto es que ella casi muere de la risa. al no saber que hacer después de haberle dado la malteada a mi enamorado me puse muy nervioso y entré en pánico. Con que cara iré hasta allá ? No sabía que decirle al chico, debería pedir su número? Su nombre tan siquiera? Me estaba ahogando en un vaso con agua .- solo ve y preséntate, dile que quieres salir con él y listo.

No es tan fácil Akane, que tal si no soy su tipo o si ni siquiera es Gay?.

Oh, vamos Mikaela, desde aquí puedo oler su aroma a flores gays por todos lados. Esa sonrisa es gay, su ropa es gay, todo en el indica que es gay y mejor aún él es el de abajo.- me sonroje a más no poder por aquellos comentarios dichos por mi compañera, no me esperaba tan gráfica respuesta, me esperaba menos de ella pero logró impresionarme con su argumento poco creíble. Miré a mi chico tratando de enfocarme en lo dicho y me convencí a mi mismo en tratar de conseguir su número telefónico o una cita, lo que pase primero.

Deseáme suerte, aquí voy.

Malteada de fresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora