Capítulo 2.

10.3K 1.1K 122
                                    

Giulia.

Nunca en la vida me iba a perdonar haber pensado en darlo en adopción, se que el embarazo me abrumó por completo estos meses y sumado a que no tenía dinero había optado por la ida más fácil que era en dejar que familia se lo lleve para darle una mejor calidad de vida pero todo eso cambió cuando lo apoyaron sobre mi pecho después de nacer porque sabía que nadie me quitaría a lo más lindo que la vida me regaló, mi hijo.
No tenía nada para él pero haría lo imposible para cuidarlo, mi pequeño Nicholas sería un gran hombre de eso estaba muy segura, estaba tan enamorada de este bebé que mis ojos le eran imposible dejar de observarlo, todavía me costaba creer que ese pequeño ser haya llevado conmigo todos estos meses.
De esa sala de parto salió otra Giulia, más guerrera que nunca.

- Les darán el alta en unas horas - escucho que me dice la voz de Alfonso.

- Bien - me limito a contestar pensativa.

¿Dónde te llevaría Nicholas?

No tenía un lugar donde quedarme, no tenía absolutamente nada para él solo los regalos que la hermana de Alfonso nos trajo, nisiquiera tenía dinero para pagar el seguro médico, estaba tan perdida con muchos miedos y demasiadas deudas.

- Iré por un café, ¿Quieres algo? - pregunta él.

- Una manzana - le pido.

- Bueno ahora te traigo - contesta dudoso.

Suspiro al verlo salir de la habitación, Alfonso hace dos días que estaba pegado a nosotros se que mi enojo es bastante fuerte con él pero no podía negar que estaba siendo una gran ayuda para mí y él bebé, es un gran padre eso no puedo ignorar.

Alfonso Salvatore llegó a mi vida hace más de un año, una noche estaba cantando en el bar donde trabajo cuando sus ojos azules captaron mi atención, no dejaba de mirarme y no se en que momento o quién invito a quién terminamos tomando un trago mientras reíamos, es un hombre espectacular, muy especial pero  cometió el error de mentirme de la peor forma, tenía un compromiso en sus hombros y a la vez jugaba a ser mi novio, cuando su prometida me buscó para contarme la verdad sentí que mi corazón se destrozó por completo porque es feo que el hombre del que estaba enamorada me haya usado de esa forma, no iba a perdonar nunca eso pero ahora debía entender que él no se iría nunca de mi vida por el simple echo que teníamos un hermoso hijo en el medio así que debía empezar a acostumbrarme a su presencia.

- Hola, hola - dice Francesca entrando a la habitación.

- Hola - la saludo sonriendo.

- Traje la regalos - acota marcando las innumerables bolsas que cargaba en sus manos.

- Es demasiado peso para una embarazada - comento preocupada.

- Cariño tengo tres monos que son mi sombras así que ellos lo cargan todos - argumenta al sentarse en la cama.

- ¿Monos? - pregunto confundida.

- Guardaespaldas Giulia, ser la hija de un hombre poderoso trae muchos enemigos y atacan a eslabón más débil - acota chasquendo la lengua.

- Tú no eres débil - afirmo.

- Lo sé pero viste como es está sociedad nos consideran frágiles - comenta rodando los ojos. - Tu bello sobrino el día que conozcas a la mujer de tu vida no la trates como una muñequita que hay que resguardarla en la casa - agrega pasando su mano por la carita de mi hijo.

- ¿De cuánto estás? - inquiero al mirar su panza.

- Treinta y dos semanas, estoy a nada de conocer al amor de mi vida - asegura ahora al tocarse su vientre.

Destinos cruzados (0° SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora