Capítulo 3.

9.6K 1.1K 259
                                    

Alfonso.

Una semana llevábamos desde el nacimiento de Nicholas, nos habíamos instalado en mi departamento bueno en realidad ahora es nuestro de los tres y en verdad me sentía muy feliz de tenerlo a los dos a mi lado porque ellos cada día potenciaban mi lado sobreprotector y sobre todo me hacen más fuerte porque si de algo estaba seguro era que no dejaría que nadie lastime a mi familia.
Mis años detrás de mi padre terminaron, estaba listo para enfrentar cada una de sus jugadas y eso significaba volver a la constructora sin importar nada porque ese lugar es mío, las acciones que nos heredó nuestra madre nos dejaban a Fran y a mí con el sesenta porciento contra los cuarenta que tenía mi padre.

- No duermes nada no se cómo tienes tanta energía - le murmuro a Nick que estaba en el medio de la cama entre nosotros muy despierto mirándome.
Fue una noche fatal, solo logro dormir tres horas seguidas luego las otras se pasó llorando tan fuerte que los vecinos se han quejado varias veces. - Dejemos dormir a mamá - digo al levantarme para tomarlo entre mis brazos así dejábamos que Giulia siga durmiendo un rato más.

Muy despacio salimos de la habitación directo al living, Nick observa todo a cada paso que íbamos y muero de amor cuando sonríe, estaba tan enamorado de mi hijo que era muy difícil ocultarlo.

- Creo que es momento de tener una charla de chicos - le hablo captando su atención. - ¿Te aburro Nicholas? - pregunto divertido al ver cómo bosteza y nuevamente sus ojos azules me observan. - No me voy a cansar de decir que eres lo mejor de mi vida, te prometo que seré el mejor padre que puedas tener, elegirás por ti solo tus decisiones aunque puedas equivocarte siempre te apoyaré, serás un gran hombre - agrego dejando un beso en su frente.

Ellos cambiaron mi vida por completo, Giulia desde el primer momento en que la conocí en ese bar todo mi mundo giro porque ella solo me dió mucha felicidad y sobre todo me dió este hermoso regalo, nuestro hijo. Nunca imaginé ser padre pero con Nicholas día a día voy aprendiendo.

- Me asusté de no verlos a mi lado - su suave voz me hace verla.

La mujer de mi vida estaba adelante de mis ojos y la había jodido tanto  con mis mentiras que no sabía cómo pedirle disculpas porque no bastaba con un simple perdón.

- Estabas dormida tan plácidamente que no queríamos molestar - acoto sonriendo mientras la veo acercarse.

- ¿Cómo amaneció el amor de mi vida? - dice al tomar a nuestro hijo en sus brazos para dejar muchos besos en sus mejillas.

Sentado en ese sillón me limito a observar esa escena, de ellos juntos mirándose mutuamente de seguro que no había nada más hermoso que eso.

- Preparo el desayuno - digo al levantarme para ir directo a la cocina.

- ¿Empiezas a trabajar, no? - consulta meciendo a Nick.

- Sí, debo volver a la constructora - contesto suspirando. No quería dejarlos solos muchas horas pero no tenía opción, mis ahorros eran bastantes pero debía seguir juntando dinero, no solo para una casa más grande sino para que ellos puedan vivir una vida más cómoda.

- Quiero trabajar - dice provocando que la mire sorprendido.

- ¿Qué haremos con el bebé? - inquiero al cruzar los brazos.

- Puedo trabajar de noche en el bar cantando, tu lo cuidarias mientras estoy ahí unas horas luego por la mañana me tocaría a mí mientras tú trabajas - argumenta pensativa.

- No lo sé Giulia, Nick es muy pequeño - sugiero.

- Quiero aportar lo mío a tu casa - declara.

Destinos cruzados (0° SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora