Capítulo 17.

8K 1K 115
                                    

Alfonso.

18 de diciembre.

Era una mañana inusual, Giulia no había pasado una buena noche porque el bebé se movió en cada segundo, ella recalcaba su dolor en su zona lumbar y su falta de aire porque sentía como si le comprimieran el diafragma.
No quería irme a trabajar pero tenía una reunión en la constructora, si no iba sabía que mi padre lo usaría en mi contra usando sus sabotajes recurrentes.
Mi única opción para cuidarla fue mi hermana Francesca que no dudo en venir para que me vaya tranquilo a trabajar.

No quería irme pero debía hacerlo.

- Ve tranquilo - dice mi hermana.

- ¿Estás bien? - consulto al notar que está más pálida de lo normal y con una grandes ojeras en su cara.

- Sabes cómo me pone la organización de la cena de navidad - comenta suspirando.

- Giulia me mandó hacer la compra navideña y nunca más la volveré hacer, fue una locura - reconozco.

- Espero que vengas a la cena que estoy organizando, el abuelo accedió y papá también - dice mirándome con sus penetrantes ojos azules.

- Veremos como se va desarrollando, el bebé está próximo a nacer y no me gustaría moverme de casa - acoto pensativo.

- Alfonso - me regaña.

- No te parece una locura sentar a nuestro padre, abuelo y a mí en una misma mesa. Si ataca a Giulia o a mis hijos no voy a dudar en romperle la cara - aseguro chaqueando la lengua.

- El abuelo, no hará nada, papá no hará nada y tu tampoco harás nada. Será la mejor cena de navidad - afirma súper entusiasmada.

- Fran - murmuro rascando mi nuca. No sabía que excusa inventar para no ir, no quería incomodar a Giulia en su estado a pasar una Navidad con el idiota de mi padre.

- Sabes que no acepto un no como respuesta - sentencia con una fulminante mirada.

- Hablaré con Giulia - me limito a contestar antes de salir de casa.

No iba a tomar una decisión sin antes consultar con mi esposa además no olvidemos que mi padre no es de su agrado y no iba exponer a mi familia con tal de satisfacer las locuras de unidad de mi hermana, amo a Fran pero hay límites.

- Señor Salvatore, lo esperan en la sala de juntas - me intercepta Lila, la secretaria de la constructora.

- Gracias - sigo mi camino hasta la sala mientras la escucho decir mi agenda del día.

Mi padre se encuentra en la silla derecha dejando la cabecera para mí, cada día aprendía un poco más que ahora el mando de esta empresa estaba en mis manos y tenía el apoyo de cada inversionistas que se presentaban ante mí.
La reunión se basaba en en sí en llevar a un acuerdo con una empresa de materiales de construcción y gracias a la ayuda de mi cuñado Daniel, aceptaron a trabajar con nosotros conjuntamente.

- Señor Salvatore - entra apurada la secretaria.

- ¿Qué sucede? - consulto con mi ceño fruncido.

- Acaba de llamar la señora Francesca diciendo que se iban al hospital porque la señora Giulia rompió bolsa - me informa alterada.

¡Mierda!

- ¿Serás padre de nuevo? - dice mi padre al mirarme a los ojos.

- ¡Alfonso debés ir al hospital! - exclama mi cuñado sacándome de mi trance.

- Daniel, llévame - le pido alterado.

Mi cuñado asiente mientras tomo mis cosas, me empuja para que salgamos de la sala de junta porque en verdad me sentía un idiota que no sabía que hacer.

Destinos cruzados (0° SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora