Capítulo 22.

7.9K 1K 125
                                    

Giulia.

La llegada de este nuevo bebé nos había sorprendido a ambos, definitivamente no volveré a ir a la oficina de Alfonso, ese escritorio parecía una fábrica de bebés, Gio había sido creado ahí y ahora el nuevo bebé también, después de este embarazo me mantendré bastante lejos de ese lugar.
Si es difícil criar dos niños pequeños no se que será de nosotros con tres pero sabíamos que unidos como siempre estábamos saldríamos adelante de cualquier adversidad.
Alfonso y yo nos sentímos muy feliz con la noticia pero a la vez teníamos esa tristeza porque Fran se encontraba en una etapa final de la enfermedad, ese tumor había generado metástasis no solo en todo su cerebro sino que también en varios órganos vitales, debíamos prepararnos para dejarla ir aunque eso nos doliera demasiado.

- ¿Por qué lloras mami? - la voz de mi hijo Nicholas me hace salir de mis pensamientos.

- No es nada cariño - digo secando mis lágrimas.

- ¿Estás llorando? - inquiere achinando sus ojos.

- Estoy llorando pero no es nada malo lo que pasa solo es que mamá está un poco más sensible de lo normal - le cuento tratando de que entienda.

- ¿Es culpa de Gio? - me mira frunciendo el ceño. - Debemos venderlo - agrega tan seguro que me hace soltar una fuerte carcajada.

Nick y sus locuras.

- No vamos a vender a tu hermano - declaro.

- Pueden darnos mucha plata por él - acota segurísimo de sus palabras.

- No venderemos a tu hermano - repito nuevamente.

Suspira y sale de mi habitación molesto, en verdad hace semanas Nick nos repite eso de querer vender o regalar a su hermano porque supuestamente molesta su tranquilidad.

¿Cómo un niño de casi cuatro años sabe lo que es la tranquilidad?

- ¿Qué te sucede? - pregunta Alfonso entrando a la habitación.

- Nick y su idea de vender a su hermano, no se cómo reaccionara cuando le contemos del nuevo bebé - comento negando mi cabeza.

- Lloró semanas cuando supo de Gio hasta ultimo momento pensamos que sería complicado pero cuando ví a su hermano se enamoró de él, espero que pase lo mismo con su hermana - dice pensativo.

- ¿Hermana? - pregunto sonriendo.

- Tengo la sensación que será una nena, una mini copia tuya - asegura al sentarse en la cama.

- Toda mandona - agrego acercando mis labios a los suyos.

- Ella será mi dolor de cabeza - afirma con una gran sonrisa.

- Ahora que lo pienso bien no me vendría mal una mini copia mía que me ayude a enderezar a los chicos - declaro tomando su rostro entre mis manos.

Él termina de unir nuestros labios y lo atraigo más a mi cuerpo para que termine encima mío, este embarazo me había agarrado un poco sexual, es como si mi mayor antojo fuera el pene de mi esposo.

- ¡Mamá! - escuchamos un grito y como algo se rompía.

- Podemos venderlos - bromea Alfonso al separarnos.

- Deja de decir eso porque Nick después lo copia - lo regaño mientras salimos de la habitación para ver qué desastre nuevo habían ocasionado nuestros hijos.

Estella, su niñera estaba juntando los pedazos de vidrios rotos de un portaretratos que rompieron.
Ambos estaban sentados en el sillón con caritas de angelitos.

Destinos cruzados (0° SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora