Destinos cruzados (0° SAI)

Capítulo 1.

Mi vida había dado un giro de ciento ochenta grados, cuando desperté está mañana estaba nervioso por mi boda con la hija del socio de mi padre definitivamente no estaba de acuerdo con este matrimonio arreglado pero no tenía opción o mejor dicho pensaba que no la tenía hasta que Francesca iluminó mi vida con la noticia que no esperaba escuchar, sabía que nada sería igual a partir de hoy y más desde el nacimiento de mi primogénito. Todavía no podía creer que era padre, miraba a Nicholas con tanto amor que sabía que haría de todo para criar a este niño de la mejor manera.
Voy hacer un buen padre para él.

- Alfonso - la voz de Giulia me hace salir de mis pensamientos.

- ¿Sucede algo? - pregunto alarmado.

- Podrías sacarle los gases a Nick - me pide bostezando.

En estas horas que llevaba en el hospital a su lado ella al fin se había resignado y de a poco empezaba hablarme, se muy bien que no merezco nada de su parte por haberle mentido como lo hice pero en verdad nunca fue mi intención porque mis sentimientos por ella fueron tan grandes que de puro egoísmo no la dejé ir antes de todo ahora ninguno se podía arrepentir, ese bebé era lo más lindo que la vida pudo darnos a ambos.

- ¿Los gases? - pregunto desconcertado.

- No tienes idea de cómo cuidar a un bebé - afirma con media sonrisa.

- Para nada - reconozco un poco apenado.

- Mira - ella pone al bebé apoyado en su pecho y empieza a darle pequeñas palmaditas en su espalda provocando que nuestro hijo erupte. - Ya sabes para la próxima - agrega pasando a Nick para que esté en mis brazos.

- Creo que no quiere dormir - digo prestando atención a como el bebé me miraba.

- ¿Puedes cuidarlo? - me pregunta.

- Por supuesto - sonrío al ver cómo Nick se aferra con sus manitos a mi dedo.

- Necesito un baño, la enfermera me dijo que podía hacerlo sola - acota tratando de levantarse pero se queja.

- Espera - la detengo, acomodo a nuestro hijo en uno de mis brazos y con el otro me acerco a ayudarla  así la acompaño al baño.

Giulia cierra la puerta dejando en claro que sí tiene algún inconveniente me llamaría para que la ayude mientras tanto aprovecho para sentarme en el sillón con mi hijo en brazos y lo sigo mirando sin poder creerlo, es el ser más perfecto del mundo.
Nunca imaginé esto y ahora ser padre me traía otra preocupaciones.

¿Seré un buen padre?

¿Podré darle lo mejor a mi hijo?

Tenía muchas preguntas y muy pocas respuestas pero si estaba seguro que haría hasta lo imposible por cuidarlo y darle todo lo que tengo.

- Lo siento por no estar con mamá esté tiempo pero te prometo a tí que nunca me iré de tu vida, estaré en cada momento a tu lado siendo tu apoyo. Te espera un gran futuro mi ángel - le digo dejando un beso en su frente.

Definitivamente este niño cambió mi vida en horas y ni por todo el oro de mundo iba a dejarlo, es parte mía y de Giulia, es fruto del amor que alguna vez nos tuvimos, nuestro hijo es todo.

- No lo puedo creer - dice una voz femenina y levanto mi vista para encontrarme a Fran en la puerta con muchas bolsas en sus manos.

- Entra, loca - acoto sonriendo.

Se seca sus lágrimas y se acerca a conocer a su sobrino, Nick la mira y luego bosteza provocando que ambos mueramos de amor.

- Es hermoso, muy parecido a tí - afirma emocionada.