Capítulo 5.

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Alfonso.

Mientras terminaba de prepararme para ir a trabajar, no podía quitar mis ojos de Giulia y Nick durmiendo, ambos aferrados unos del otro que me era inevitable no sonreír ante esa imágen. Ellos cambiaron tanto mi vida que nada sería igual y por eso había tomado la drástica idea de acercarme a mi abuelo para que me brinde su protección porque conocía muy bien a mi padre y de lo que puede hacer por eso ahora me sentía seguro con el apoyo de la mafia, se que es una locura pero me da la tranquilidad que cuando estoy lejos de casa, ellos están bien cuidados.

Hoy era un día diferente, ella cumplía años y quería sorprenderla, hacerla sentir en casa porque recordaba cuando me contó que nunca había festejado su cumpleaños pero está vez iba ser diferente, quería mostrarle lo importante que es en mi vida.
Antes de salir a trabajar ellos seguían durmiendo plácidamente por eso le dejé preparado a Giulia un rico desayuno para que lo disfrute a penas se levante pero quería organizar otra cosa y debía hablar con Fran para que ilumine mis ideas con su magia, este año y todos los que pase a mi lado serán diferentes, ella es especial y quiero mostrarle eso.

- Hola Alfonso, mi hijo te espera en su oficina - me dice Julio, el padre de mi mejor amigo al cruzarnos en la entrada de su bufete.

- Buenos días Julio, gracias ahora iré a verlo - contesto sonríendo.
Está mañana mi mejor amigo nos había citada a Fran y a mí para discutir la locura que hizo mi hermana por eso habíamos elegido este lugar, lejos de la constructora para que nuestro padre no se entere de nada.

- ¡Alfonso! - exclama Bautista al verme entrar.

- ¿Tanta alegría al verme? - pregunto curioso.

- Con Marie empezamos el tratamiento ayer, esperamos ser pronto bendecidos por un hijo - me cuenta sin poder borrar su sonrisa.

- ¡Oh amigo, felicidades! - exclamo al abrazarlo.

- Esperemos que pronto llegue - acota.

Bautista y Marie están juntos desde los quince años, llevan diez años como novios y cuatro de casados, desde siempre soñaron con la idea de sus hijos pero por un problema de ambos se les estaba siendo muy difícil concebir de forma natural, es por eso que debía hacerlo de otra forma, solo espero que está vez funcionen y ambos puedan cargar su amado hijo, son grandes amigos que se merecen todo lo mejor en esta vida.

Mientras hablamos con mi mejor amigo esperando la llegada de Francesca nos pusimos al día sobre un poco de la paternidad, especialmente le contaba todo lo que había aprendido con Nicholas y solo ese pequeño tenía tres semanas de vida.

- Los pañales son lo peor - digo suspirando.

- Me estás dando miedo - comenta mi amigo con pánico.

- Es difícil Bau, ya me hizo pis  seis veces, Giulia se muere de risa cuando me pasa eso - suspiro. - Y eso que no sabes cuándo se cagan, es mucha suerte si no termina ensuciado hasta la nuca, a veces no sabes si bañarlo y desecharlo por completo - agrego recordando lo que nos había pasado anoche.

- Alfonso - se ríe mi mejor amigo.

- ¡¡Llegó la reina!! - exclama mi hermana al entrar a la oficina.

- Muy temprano para su ego señora Salvatore - bromea Bau haciendo señas para que se siente a mi lado.

- No podrían vivir sin mi dulce ego - asegura divertida.

- Siéntate Fran - digo negando la cabeza divertido.

- Digan lo que digan no pienso cambiar de opinión - sentencia con seguridad.

Destinos cruzados (0° SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora