Capítulo 2

474 16 1
                                    

Maldiciendo por lo bajo, Jonathan sostuvo la cabeza de Drew mientras ella se caía. La sacó de la silla y la agarró en los brazos. Estaba claro que estaba exhausta y probablemente hambrienta, como lo indicaba su delgadez.

—La pondré en mi cuarto—dijo, mientras se dirigía al pasillo.

—Iré con Joey a buscar el coche—dijo Jordan.

Jonathan la puso en la cama y la cubrió con la colcha. Gimió suavemente, y una expresión de dolor cruzó su rostro, pero no abrió los ojos.

Sintió una punzada en la sien y rechinaron los dientes. Estaba huyendo de algo. O de alguien. Estaba tan asustada como un potro recién nacido y en sus ojos había tantos secretos, que en algunos momentos era difícil distinguir el color.

La contusión de las costillas lo molestaba. Podía ser de alguna caída, pero lo dudaba. No parecía reciente. Asió un mechón de pelo, notando la desigualdad del color. Apostaría que era morena. Del misma color que el pelo de entre sus piernas.

Con una ternura que no exhibía desde hace mucho tiempo, arregló la colcha en torno al cuello y caminó callado hacía la puerta. Necesitaba de un baño helado para calmar su dura polla, pero optó por salir y esperar a Jordan y Joey.

Llegaron media hora más tarde, conduciendo el jeep. Jonathan caminó a su encuentro.

—¿Que encontraron?—

—Nada—contestó Jordan.

Jonathan levantó una ceja. Entonces el ángel mintió. ¿No estaba pensando claramente, u honestamente creyó qué no lo descubrirían?

—¿Cómo ésta?—preguntó Joey.

—Durmiendo—contestó Jonathan—Necesita comer—

Jordan parecía preocupado. Un sentimiento que Jonathan comprendía. Que ellos hubieran encontrado a su mujer, era nada menos que sorprendente. Pero parecía que traía problemas.

Joey pareció incómodo.

—Nunca pensé que la encontraríamos. Y ahora que la tenemos, todo lo que puedo pensar es: ¿Y si no quiere quedarse? Yo también lo sentí. Donnie dijo siempre que lo sabríamos, pero hasta ahora, pensé que era una exageración—

—Lo sé—dijo Jordan bajito—Yo también lo sentí—

—Tiene problemas—dijo Jonathan— Tiene una contusión del tamaño de mi mano en las costillas, y no me gusta ni imaginar como sucedió. Y no es una rubia natural. Hizo un pobre trabajo para parecer así. Una señal de que tenía prisa—

—¿Cree que alguien la sigue?—cuestionó Jordan, con el rostro ensombrecido.

Joey cerró los puños.

—¿Quién quería lastimar una cosa tan pequeña?—

—No sé, pero una cosa es cierta. No podemos dejarla ir, no importa lo que tengamos que hacer—dijo Jonathan adustamente.

—¿Quién va a abordarla primero?—preguntó Joey.

Jonathan se puso pensativo.

—Iré yo—dijo finalmente—Es como tiene que ser. Es mi responsabilidad. Vosotros ayudarais en hacerla sentirse lo más cómoda posible. Vamos a tener que ir despacio o tengo miedo que pueda enloquecer—

—Ve con calma, Jonathan—le advirtió Jordan.

Jonathan lo miró.

—¿Qué quieres decir con esto?—

Jordan no retrocedió.

—Sabes exactamente lo que quiero decir. Domas. Es tu naturaleza. Vas a tener que limitarte con ella. No creo que vaya a confiar, si se siente amenazada—

Enamorada de Tres Hermanos [NKOTB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora