Capítulo 33

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Drew abrió sus ojos lentamente y parpadeó para alejar las telarañas. Por un momento, no recordó en donde se encontraba o por qué estaba en aquel lugar desconocido. Y cuando recordó, un dolor como nunca haya conocido, se arrastró lentamente por su sistema.

Joey.

Cerró los ojos e intentó recordar todos lo que ocurrió, pero todo lo que le venía en la memoria era a Joey cayendo, la mano sobre el pecho cubierto de sangre.

Lágrimas calientes llenaron sus ojos y escaparon de los párpados. Las sentía escurrirse lentamente y caer por sus mejillas. Una mano caliente agarró su rostro y suavemente le secó la humedad.

Abrió los ojos para ver a Jonathan de pie junto a ella, con una mirada preocupada en su rostro. Parpadeó de nuevo para enfocarle. Lentamente se dio cuenta del resto del entorno. Estaba en un cuarto de hospital. Miró al otro lado, donde vio a Jordan dormido en una silla.

La ausencia tan visible de Joey mandó otro espasmo de agonía por su corazón. De su garganta, se le escapó un sollozo—uno al que intentó reprimir—pero que amenazó sofocarla con su intensidad. Finalmente, fue forzada a dejarlo salir.

Sonó severo y feo, hasta en sus propios oídos. Y una vez liberado, surgieron más hasta que cada respiración trajo otro llanto.

—Drew, escúcheme, cariño. Tiene que escucharme. Joey está bien. No está muerto. Está aquí—

Jonathan agarró su barbilla, forzándola mirarlo, penetrándola con sus ojos.

—¿Entiendes lo que te estoy diciendo?—exigió él.

Entonces oyó a alguien en el fondo.

—¡Déjame, maldita sea!—

—¿Joey?—susurró ella. No podía ser. Lo vio caer. Escuchó el disparo. Sintió su sangre.

Luchó para sentarse y casi perdió el conocimiento, por el dolor que se esparció por su pecho. Jonathan juró encima de ella y la forzó a acostarse.

—Despacio, cariño. No te hagas daño—

Detrás de Jonathan, surgió Joey, su cara demarcada, ojos inyectados de sangre, la mitad de su parte superior envuelta en vendas. Se volvió borroso ante ella, mientras que sus ojos se llenaban de lágrimas. Nunca había notado tan hermosa vista en su vida.

—Cristo, Joey, no deberías estar levantado—protestó Jonathan.

Joey empujó a Jonathan a un lado, y en el momento siguiente, Drew se sintió abrazada contra el cuerpo de Joey. Presionó su mejilla contra su pecho, una masa de vendas empujaba su rostro. No le importaba. No le importaba el dolor que sentía en tal incómoda posición.

Él la besó en la frente.

—Gracias a Dios que estás bien—susurró él.

Se alejó y Drew agarró su mano entre las suyas.

—No te vayas—

—Odio interrumpir—empezó Jonathan—Pero los dos sienten mucho dolor y deben descansar. Eso significa vuelve tu culo en la cama, Joey. Os quiero recuperados, para que podamos ir para casa—

Drew oyó la preocupación de su voz. También vio dolor en los ojos de Joey. Su propio dolor estaba rápidamente asumiendo el control. Pero primero tenía que decirlo.

Llevó la mano para tocar el rostro de Joey.

—Te amo. Debería habértelo dicho antes—

Joey cogió su mano y besó su palma.

Enamorada de Tres Hermanos [NKOTB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora