Reencuentros

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Capítulo II

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Un año había pasado ya, y todavía seguía lamentándose después de tanto tiempo, aún así su vida continuaba de la mejor manera posible.

Su madre le proveía apoyo cada vez que sentía resquebrajarse de nueva cuenta pues era insoportable el dolor de un corazón roto, pero se prometio que seguiría adelante y ni un recuerdo, ni nadie le quitaría la paz mental que había, con dificultades, conseguido.

Excepto esa persona.


Se detuvo frente aquel pub, mientras veía la hora en su reloj de pulsera.

Suspiró.

Él odiaba la impuntualidad, pero esperaba que fuera un poco comprensivo, ya que tuvo que trabajar hasta tarde en la editorial, aunque siendo ese hombre tan perfeccionista, difícilmente estaría esperándola.

Se adentró al lugar y para su sorpresa, lo vio en una mesa del fondo mientras bebía whiskey en las rocas.

Su pose tan elegante y muy bien ataviado le llamaron mucho la atención, probablemente también había salido de la oficina hacía poco.

—Buenas noches— Saludó al llegar, pero no recibió respuesta de su parte, sin en cambio aquel se puso de pie y retiró la silla para que ella se sentara. Su formalismo asustaba a Hinata y más cuando permanecía callado durante mucho tiempo.

—¿Gustas tomar algo?— Cuestionó.

—Si, una copa de vino, por favor— Murmuró tan bajo que él tuvo que inclinar su oído para poder comprender lo que decía.

El hombre llamó al mesero y pronto fueron atendidos.

—¿Cómo has estado?— Preguntó y a ella le pareció extraño, de alguna forma algo le inquietaba.

—Bien— Suspiró. —Supongo—

—¿Bien? Vaya es algo con lo que no contaba—

—¿Porqué lo preguntas?— Le vio pasarse la mano por entre el largo cabello platinado y después le miró a los ojos.

—De sobra sé, Hinata, que sufres al igual que yo—

—...—

—¿Que pasa? ¿Te comió la lengua el gato?—

—Sesshomaru—

—He dado en el clavo— Sonrió de medio lado triunfante, y a ella le provocó más desazón.

—¿Y tú?— Le vio beber de un trago todo el contenido de aquel vaso.

—No podría estar mejor— Dijo enigmáticamente.

—Creo que no comprendo—

—No hay nada que comprender, solo deseaba hablar contigo. Tenemos casi un año y medio que no nos vemos. Claro, después de lo ocurrido con Sasuke y Kagome. Ellos son tan felices, mientras tu y yo nos hundimos en la miseria— Le dijo mientras revisaba los últimos rastros de alcohol en el fondo del recipiente.

—He dejado eso atrás— Mintió pero aquellos ojos dorados que la escudriñaban sabían la verdad.

—Hinata, ¿porque no darnos la oportunidad de ser felices? Nos une una gran amistad, te conozco desde pequeña, si yo deseara volver a enamorarme, me gustaría que fuera de alguien así, como tú— Lo que dijo la hizo sonrojarse hasta las pestañas, pero trato de conservar su temple.

Nada PersonalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora