Humanidad

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El sol salió y el ya no se encontraba ahí, la almohada estaba en el suelo, pero no había ningún otro rastro de lo que había pasado la velada anterior incluso se preguntaba si realmente paso, si realmente el demonio estaba cumpliendo ese deseo, o más bien dicho petición. Tomo aquella almohada y la llevo al sótano para lavarla en ese mismo instante, así que para los demonios amor es sinónimo de placer, vaya que era muy vulgar esa criatura, pero no le importo aun hacía falta para que su plan concluyera. Le haría pasar por un infierno por arrebatar la vida de su hermano y tal vez de miles de personas más.

- Tío Sísifo

El llamado del menor le saco de sus cavilaciones y subió las escaleras con una sonrisa mientras se dirigía a la cocina para disfrutar del desayuno. La mermelada y el pan estaban recién hechos por una de las mujeres que ayudaba en casa, el café olía de forma deliciosa, hablaron durante unos minutos mientras disgustaban aquel dulce desayuno.

- Tuve un sueño muy raro, había un hombre sentado al lado de mi cama tenia ojo morados y no dejaba de mirarme

Casi escupe el café al escuchar esa descripción, acaso había tratado de hacerle algo a su sobrino, el menor seguía hablando despreocupadamente para el solo había sido un simple sueño, pero de algún modo el empezaba a irritarse.

- Bueno- corto el relato del más joven- ya tienes tus cosas listas para la escuela

- Oh es cierto... hoy me quedare con Yato

- ¿he? ¿con permiso de quien se puede saber?

- Bueno tenemos que trabajar en nuestro proyecto de física así que nos reuniremos los cuatro

- ¿Quiénes?

- Yato, Tenma, Yuzuriha y yo- dijo contando con los dedos- haremos un cañón de patatas, pero como no sabemos si lo terminaremos me quedare a dormir ¿puedes llevarme ropa a su casa más tarde?

Suspiro mientras el menor sonreía sabía que no podía decirle que no, además era un proyecto de la escuela, afirmo con la cabeza mientras este saltaba de la silla para ir a su habitación por sus cosas. Suponía que era normal a medida que el menor creciera se iría alejando lentamente de su hogar, ya no era un niño además era alguien fuerte como para abrirse paso en el mundo. Pero había cosas que aun podían lastimarlo y esa con la que había hecho un pacto era una de ellas.

Como había prometido llevo el cambio de ropa y algunas golosinas para su sobrino a la casa de su amigo, el sol ya empezaba a caer cuando llego a casa del amigo de este, había un auto en la entrada y una niña de cabellos dorados se despedía de los tres niños que estaban en la puerta amenazándoles con no arruinar el proyecto se rio cuando esta se despidió yendo hasta el auto de su familia. Saludo a los menores con una mano dejando la pequeña maleta, al parecer la hermana de ese tal Yato sería el único adulto presente, pero parecía que aquel joven no les daría muchos problemas más allá de sus discusiones constantes con el tal Tenma. Fue una situación divertida hablo con la tutora del niño un momento mientras estos decían ir a terminar los últimos detalles de su proyecto, aunque bien sabía que seguramente estaban jugando videojuegos. Eran niños y se portaban como tales así que no le pareció del todo extraño de hecho era un poco como decirlo reconfortante.

Se despidió antes de las 8, dejando a su sobrino en esa casa ajena para quedarse solo con esa cosa en su propia casa que en cierto punto era lo mejor a fin de cuentas tenía que arreglar algunas cosas con el sobre la forma que empezaba a acosar a su sobrino en sueños.

Traspaso la puerta con los ojos fijos en las escaleras que llevaban a donde había dejado aquel libro, este ya no se encontraba ahí por alguna extraña razón, miro el lugar con el entrecejo fruncido, algo dentro de él le decía que mirara por la ventana y efectivamente ahí estaba el tomo ¿acaso trataba de escapar de Él? Salió del despacho acercándose al tomo de pasta negra que yacía sobre la tierra del jardín, lo tomo con el entrecejo fruncido abriéndole para arrancar una de las páginas de este escuchando un grito en su oído, muy fuerte que el sonido parecía hacer eco aun en su cabeza, pero no era la voz de quien había invocado era diferente casi femenina pero no le dio importancia y se limitó a llevarlo adentro.

PactoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora