Abrió los ojos rápidamente en un intento de escapar de las odiosas imágenes que le aprisionaban, su pecho agitado no dejaba de subir y bajar con desesperación se puso las manos en su pecho tratando de calmarse, tratando de decirse a si mismo que estaba bien que eso había pasado hace muchos años y ya no podía hacerle daño. Cerro los ojos unos momentos puesto que la luz que se filtraba por las cortinas le hería, se recostó despacio tapándose los ojos con su antebrazo, murmurando para sí que estaba bien. No le dio demasiada importancia a su desnudes, no pensó siquiera en lo ocurrido la noche anterior estaba demasiado agitado como para ser capaz de pensar claramente en algo que no fuera esa horrible pesadilla que volvía a acosarle como lo había hecho en sus inicios: el principio de esa vida errante que llevaba desde hace siglos. Sus labios se sentían secos apunto de agrietarse cuando su boca halaba un poco de aire a sus pulmones, abrió de nuevo los ojos para mirar la habitación percatándose apenas de aquel silencio.
¿salieron? Se incorporó lentamente sintiendo el dolor suave en sus caderas uno esperaría que después de todo eso, los actos sexuales fueran más fáciles de sobrellevar, pero la verdad era que no. Camino por la habitación abriendo apenas la puerta para salir y vagar por los pasillos, temía que le descubrieran, pero necesitaba despejar un poco su mente. Bajo hasta la primera planta sintiendo que era la primera vez que estaba ahí, miro la cocina, la sala y las demás habitaciones. Había visto como la civilización avanzaba, pero siempre se sorprendía de lo que pudiera encontrar la siguiente vez que despertaba. Se detuvo en la puerta del estudio donde estaba su libro pensando mientras miraba esta y sus patas volvían haciendo ecos por la casa, al parecer la única habitación insonorizada era la del humano que le invoco. Se tocó los labios recordando los besos de la noche anterior girando la perilla para adentrarse en la pequeña oficina.
Saco su propio libro mirando sus hojas y recordando las palabras de aquel que le dio este, no deseaba recordar, pero si de algo funcionaba el deseo de ese humano era arrojando agua a la llama de sus pesadillas, una última vez se decía mientras pensaba en ese día en que todo cambio.
Lo llevarían a un calabozo oscuro mientras ese hombre le miraba enloquecido por sus emociones, la puerta estaba fuertemente sellada y aun así le habían colocado en sus labios una mordaza para evitar que se mordiera la lengua y unas esposas para evitarle cualquier movimiento. Era muy similar a estar enterrado vivo un olor a tierra húmeda le llenaba la nariz, por mucho pasara el tiempo la oscuridad era absoluta y aquel trozo de madera en su boca le hacía sentir que se ahogaría. los minutos parecían ir lentamente y bajo sus parpados estaba tatuada la muerte de esa joven esperanzada que buscaba su libertad. Fue una pésima idea seguirle en ese estúpido plan no había visto una mejor luz que aquella que le tiro por un acantilado como el fuego fatuo. Al día siguiente dejaría de ser un hombre, dejaría de llamarse de esa manera y seria solo la concubina personal de ese demente. Trato de golpearse la cabeza contra la piedra que le servía de cama, hubiera sido mejor que esa lanza le atravesara el corazón que el calvario que se vio obligado a soportar. Algo le detuvo, abrió los ojos, pero no había nadie frente al pese a que sentía como le sujetaban no podía siquiera oír una respiración.
- Eres un malagradecido si mueres ahora- murmuro una sinuosa voz desde atrás de él, cosa imposible debido ya que estaba boca arriba, la temperatura descendía y sus extremidades comenzaban a entumecerse al instante- debes vivir por ella que deposito todo en ti, eres el único que tiene oportunidad
- Vivir como eunuco no es una vida, sino una tortura más grande
- Entonces no vivas de esa manera, vive como un héroe-unos dedos helados se deslizaron por su mejilla hasta su cuello para desaparecer en sus hombros- su héroe, necesitas vengarla, a ella y a tus hombres que murieron por ti a tu esposa e hijas... necesitas hacerlo sufrir como tu sufriste
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Pacto
Fanfictionla envidia enveneno el alma y arrastro a la locura lo que pudo ser un alma pura. realizo actos infames y es el momento de que pague por lo realizado. Sisifo x El Cid saint seiya