Pacto

amor

Cuando se despertó se sentía asqueroso por lo que había hecho apenas horas atrás, se estiro sin más para ir hasta el baño y darse esa ducha de la que se creía merecedor después de tan desagradable experiencia. El rumor de algo le hizo mirar en dirección a esa esquina, encorvado sobre sí mismo casi en posición fetal seguía ahí a la luz del sol murmurando algo de forma excesiva, miro en sus hombros como finas líneas rojas relucían en su piel se había arañado hasta desgarrarse la piel como si fuera papel. Seguía murmurando algo en un idioma que no entendía lo cual era demasiado desagradable, más que tenerlo ahí aun siendo de día, pero no importaba por ahora suponía que se iría pronto, le dio un pequeño vistazo a su reloj se había levantado más temprano de lo usual tal vez por las palabras de esa boca.

- Ya que estas aquí ven- dijo tomando esos cuernos negros de nuevo y siendo empujado a un lado por la criatura.

- Lo siento, yo... enserio lo siento- se alejó un poco de él mirando a otro lado dejando finalmente de murmurar. Sus ojos se veían nerviosos, no le miraba directamente a la cara y deslizaba sus orbes violáceos por la habitación, se inclinó un poco hacia el dejando apenas un par de centímetros de distancia entre ellos, sus ojos eran realmente hermosos casi hipnóticos. Sonrió tomando su barbilla para besarlo nuevamente sintiendo como se mostraba indeciso ante sus atenciones, se alejó un poco mirando los labios entreabiertos que había dejado en el proceso- perdón

- No te perdono

Se levantó dándose cuenta que no tenía tiempo para eso, se sentía bien de algún modo en humillarlo un poco: una criatura poderosa postrada a sus pies como si fuera una mascota le alegraba un poco el día, se encerró en el baño sin escuchar nada más que el agua cayendo sobre su cuerpo, aún faltaba mucho para su meta final, pero estaba dando un gran paso, solo debía asegurarse de que ese demonio no pudiera dejar de pensar en él, que se derritiera con un roce. Tal vez si fuera más amable caería más rápido, pero sin duda eso no lograría la venganza de su hermano.

Salió del baño viéndole aun en el mismo lugar donde lo había dejado, le hizo una señal con la mano para que se acercara mientras se sentaba en su cama quitándose la toalla que llevaba en la cintura. Las cicatrices de ese cuerpo se veían con más nitidez a la luz del día mientras se acercaba dejando ver un cuerpo bien trabajado, se detuvo mirándole a la cara como si no deseara ver nada más.

- Acabo de darme cuenta que no se tu nombre

- No tengo- dijo apretando las manos, era claro que mentía por lo que le seguí mirando en espera de una respuesta- ya no tengo nombre

- Cual era tu nombre antes

- Por favor, no haga más preguntas

- Está bien, entonces hagamos otra cosa, recuerdas lo de anoche, siéndote honesto no se sintió tan bien como esperaba, eres muy frio realmente... pero acabo de recordar que tu boca es muy caliente

Acaricio con su mano los labios presionando un poco al notar la herida tangible que él había hecho la velada anterior, sus ojos mostraban cierto temor como si no quisiera saber que significaban aquellas palabras. Acaricio su mejilla y se deslizo por su cuello con el fin de atraerlo de nuevo a su lado, tocar su boca de forma salvaje presionándolo contra su cuerpo mientras este trataba de algún modo de alejarse. Mordió de nuevo su labio, pero de forma más suave y bajo por su cuello haciéndole aguantar la respiración.

- ¿te gusta?

- ...

- Creo que empieza a mejorar ¿no?

Las manos del demonio se deslizaron por su abdomen hasta su entrepierna haciéndole estremecer por lo frio que era, siguieron besándose hasta que su miembro estuvo erguido y el humano sujeto su cuerno haciéndole descender por su cuerpo hasta que su rostro estuvo a la altura adecuada, acaricio su mejilla metiendo sus dedos en esa cavidad cálida.