El dolor es mental la mayoría de las veces, es lo que Jiang Cheng se dice todo el tiempo, pero entonces no entendía porque le dolía lo suficiente para que no se moviera aún, o para que abrazara la almohada del hotel, con dos o tres lastimosas lágrimas bajando por sus mejillas.
Puede que no lo demostrara, pero realmente apreciaba al niño, el rubio entraba todos los días por la mañana a su oficina, con una enorme sonrisa y algo para comer sin que se lo pidiera, y le veía con la mirada iluminada y su tranquilo aroma inundando el lugar, incluso a Isis y Seth les agradaba.
Aunque Mianmian no pudo decirle bien el porque, ni el como lo supo, por lo poco que explico la menor es que la pareja de este llamó a Mianmian llorando, y le contó que había encontrado a Tao Kun sin vida, la policía iba en camino, pero aún así, la pareja del omega parecía estar completamente destruído al teléfono, Jiang Cheng no hizo más preguntas a la menor, pero si le prometió que cuando volviera de la misión, que terminaría en nombre del rubio, y si se enteraba que su muerte no había sido de causas naturales, él mismo buscaría al culpable, y pobre de este si Jiang Cheng lo encontraba.
Después de estar cerca de dos horas recostado sobre la cama, e intentando que pasara su tristeza, se compuso con el ceño fruncido, entre un gruñido mientras se ponía de pie, y enviaba a buzón la llamada de su asistente, en esos momentos no quería hablar con nadie.
Y así duró los siguientes días.
Solo dios sabe como consiguió una presentación el viernes y el sábado por la noche en el cabaret al que no quería ni siquiera aparecer.
Desde el día que se enteró de la noticia había estado recabando información, datos, todo aquello que en su misión necesitaría, incluso algunas palabras claves, tuvo dos días para hacerlo, dos días donde no respondió el teléfono a menos que fuera su hermana.
Tuvo la misma cantidad de tiempo para lograr aprender una coreografía que parecía más obscena que otra cosa, y que aunque se maldijo y maldijo a medio país mientras se movía, porque aquello no era exactamente bailar, lo logró, incluso con las largas y altas botas que consiguió para presentarse.
La sola idea de mostrarse así frente a un grupo de alfas idiotas le desagradaba, esperaba que valiera la pena porque no volvería a "bailar" así de nuevo.
Jiang Cheng no lo definiría como bailar, porque los movimientos eran fuertes, como una especie de ballet erótico y artes marciales, no se veía mal, si alguien más lo viera, pensaría en algo etéreo antes de considerar su tipo de baile malo.
Pero con todo y lo que había estado practicando, una ligera opresión en el pecho seguía sin dejarlo del todo.
Sentía como si algo presionara su pecho, y no sabía si era el estrés, o el simple hecho de pensar en su amigo rubio.
Además, no hacía falta decir que el no tener noticias de Xichen tampoco le hacía gracia, y aquello lo fastidiaba el doble, porque desde que supo de la muerte del rubio, lo único que pasó por su cabeza fue volver unos días atrás mientras se acurrucaba borracho en el pecho del alfa. La cálida sensación que este le brindó lo hizo sentirse seguro, y rara vez se sentía así, por no decir que nunca, y aunque aquello era irónico, porque se sentía seguro en los brazos de una de las cabezas de la mafia, no podía cambiar aquel sentimiento.
Para desgracia del menor, y precioso omega, el viernes llegó.
El día entero se la pasó corriendo de un lado a otro, fue cerca de las siete que maldijo mientras se colocaba dentro del ajustado corsé morado, y colocaba sobre este un vestido tipo tradicional.
No supo cuantas veces maldijo, pero aún así, logró subir las largas botas que llegaban hasta la mitad de sus estéticos muslos. Justo terminaba de poner estas, es que comenzó a peinarse, una alta coleta de caballo para que no incomodara el usar antifaz de la misma gama de colores que vestía, esta iba del negro al morado.
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CRIMINAL (𝙓𝙞𝘾𝙝𝙚𝙣𝙜)
FanficXiCheng. Mafia AU. Omegaverse. "¿Desapareció?" -La persona del otro lado de la línea calló, y un ligero miedo comenzó a adueñarse del mayor-. Pasaron algunos segundos en lo que formulaba una respuesta, el temor de que fuera algo serio amenazó por h...