XL

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La noche había iniciado para las familias del centro.

Huaisang aunque temblaba ligeramente, dio un disparo perfecto en el entrecejo de un beta a unos diez metros de él.

Era como una jungla, similar a cuando los carnívoros buscan presas nocturnas. Un campo de batalla en el punto máximo de la guerra.

Nie Mingjue encabezaba la primera fila, pese a las quejas de su hermano jurado, sin siquiera recibir un rasguño, aunque se podía suponer que sería difícil esquivar algo debido a que era un alfa corpulento, el líder de la familia Nie era tan ágil y certero que incluso unos cuantos alfas frente a él, se rindieron. 

Los dos jades, en cambio, cubrían los flancos débiles, y avanzaban más discretamente metros atrás, pero, sin fallar un solo disparo.

Era un mar de sangre, fluidos, y ruidos de disparos, gritos de dolor, e incluso algunas partes de cuerpos esparcidas por todos lados, no había casi nada de iluminación, estaba casi del todo oscuro, pero no se necesitaba ver perfectamente para saber que es lo que estaba pasando.

Todo se podía escuchar incluso dentro de la mansión del sol.

"Tenemos que irnos" -Tao Kun entró de golpe a la habitación donde los dos hermanos seguían, los dos con poca energía, que aunque la droga ya había pasado del todo, aún punzaba su cabeza, ninguno de los dos había comido más que la comida que apenas si probaron en el desayuno, y Jiang Cheng tenía los nervios de punta por su hermano, aunque Wei Wuxian se veía de lo más tranquilo, intentaba calmar al ojivioleta, y al ponerse de pie, sacó a "Suibian" de su funda sonriendo ligeramente de lado-.

"Al parecer tendremos que hacernos camino"

Jiang Cheng disparó hacia la puerta cuando un soldado de los Wen parecía haberlos notado, en realidad, todos corrían de un lado a otro, era casi imposible que notaran su escape en ese momento.

Casi.

Los tres salieron del cuarto cerrando este tras ellos para despistar. Zidian apareció en toda su gloria mientras los tres esquivaban los pasillos con demasiada gente.





Por otro lado Jin Guangyao era llevado por Wen Chao hacia el salón principal de nuevo, el alfa que ese mismo día horas antes había estado sonriendo y sintiendo que el mundo no lo merecía y estaba listo para conquistarlo, en estos momentos temblaba como cachorro mientras entraban al salón.

Jin Guangyao lo sabía, lo supo desde que escuchó los gritos y los disparos, aquella era su oportunidad de escapar.

"¿A que le temes?"

"Pff, no digas estupideces omega, no le tengo miedo a nada"

"¿Seguro? Puede ser que temas el que Mingjue te arranque la cabeza con sus propias manos" -Después de una tranquila sonrisa que parecía ser todo lo contrario a la situación, y que, por lo que dijo, el alfa aflojó su agarre, continuó-. "O que sea yo quien se encargue de tu tortura, ¿alguna vez te haz quemado, Wen Chao?"

El alfa frunció el ceño, molesto, ni siquiera había notado que Jin Guangyao había dado unos cuantos pasos hacia atrás, el omega se empujó a si mismo, saltando en una alta patada y noqueando al idiota alfa con esta.

Jin Guangyao sonrió, y como pudo, debido a las esposas en sus manos, se tiró de rodillas junto al dormido cuerpo, y buscó la llave con dificultad.

Recién la tomó cuando la puerta se abrió de golpe, era Wen Ruohan, que al ver a su hijo menor en el piso, frunció el ceño.

"¿Tú hiciste esto? Estoy impresionado"



Wei Wuxian por su parte, se ponía sobre una de sus rodillas, para que Jiang Cheng saltara sobre su pierna, y diera una vuelta mortal junto a una patada hacia dos guardias Wen.

CRIMINAL (𝙓𝙞𝘾𝙝𝙚𝙣𝙜)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora