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"Wei Wuxian, estuviste excelente" -Wen Qing habló mientras el sudado y exhausto omega bajaba del escenario, con las mejillas sonrojadas y una tranquila sonrisa en el rostro-.

"Siempre" -La mayor entrecerró los ojos haciendo una mueca, que hizo a su hermano reír ligeramente y a Wei Wuxian verle con una mueca ofendida bastante fingida-. "No sé como es que sigues siendo mi representante"

"Nadie más toleraría tus estupideces"

"Tienes un punto" -El menor tomó la botella de agua que Wen Ning estiraba hacia él-.

El joven beta sonrió en respuesta al agradecimiento de Wei Wuxian, mientras caminaban a su camioneta en dirección al hotel, extrañamente, su presentación en Corea del Sur salió muchísimo mejor de lo que esperaban, así que aunque estuviera cansado, sentía que había hecho a su público sentirse bien.

Lástima que él no se sentía así.

Wei Wuxian no se sentía así desde hace meses, honestamente, aquello comenzaba a volverse pesado para él, ya no lo disfrutaba, no podía ni siquiera ir a visitar a sus padres para que la prensa no los molestara, y bueno, era sabido por todo mundo que amaba meterse en problemas, últimamente ni siquiera había hecho eso, Jiang Cheng estaba tan ocupado, que no lo sacaría de los problemas, al menos no por ahora.

Además, que desde que su hermana se casó, él también había decidido mudarse del departamento de su hermano, rentaba una casa, pero realmente nunca estaba ahí. Si no estaba grabando, se encontraba de gira, con casi nulas horas de sueño, y pésimas comidas al día.

Aunque su espíritu era aventurero, extrañaba la tranquilidad de un hogar, o al menos tener un lugar al cual llegar, no una casa vacía donde nadie lo esperaba.

Al llegar al hotel, después de llamar a Jiang Cheng para decírle que estaba bien, y a Yanli para decírle lo mucho que la extrañaba, bajó del auto con la mirada fija en su teléfono, y caminando más lento que los hermanos Wen.

Tal vez porque venía distraído, no notó el momento en el que chocó con alguien.

Por supuesto que se disculpó, había sido su culpa, y fue después de esto que para su sorpresa, este hablaba su idioma.

Solo necesitó una olfateada algo discreta para elevar la vista curioso, mientras el alfa le veía con la mano extendida para ayudarle a ponerse de pie.

Ni en diez mil años, Wei Wuxian volvería a ver a un alfa, tan llamativo.

Exageradamente atractivo, y que lo hizo suspirar sin poder evitarlo, ni siquiera lo notó, y al alfa pareció no importarle el suspiro, aunque su mirada era la más fría que había visto en toda su vida, el de los ojos dorados aún no podía dejar de verlo.

"Soy Wei Wuxian"

"Se quien eres" -El omega sonrió grande, entre coqueto y divertido por la respuesta-. "Tu rostro está en todas partes"

"Aquí es donde me dices tu nombre" -El mayor entrecerró los ojos, como si lo dudara, y aquello solo hizo reír a Wei Wuxian-. "Tranquilo tigre, no voy a llevarte a la cama" -"aún", se dijo a sí mismo, y de mala gana, soltó la mano del alfa que le había ayudado a ponerse de pie-.

"Wangji"

"¿Solo Wangji? Eso es nuevo"

"Lan Wangji" -El omega dejó de sonreír, entendía en esos momentos porque no quiso darle su nombre, pero aún así, no podía alejarse, el aroma del alfa era embriagante, y su mirada era una especie de magnetismo-.

"Quiero comer algo, ¿Crees que la cafetería esté abierta aún? Si no estás ocupado, podrías acompañarme" -El mayor entrecerró los ojos, confundido, pero aún así, al ver al omega sonreír, comenzó a caminar unos pasos tras él, elevando una mano hacia sus guardaespaldas cuando estos intentaron seguirlos, sentía que no había necesidad de cubrirse, más aún, cuando vio al omega echar a sus acompañantes que le esperaban en la entrada del ascensor-.

CRIMINAL (𝙓𝙞𝘾𝙝𝙚𝙣𝙜)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora