A g u a

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Esa mañana estaba nublada, pequeñas gotas caían del cielo pero eran bastante débiles para decir que era una llovizna. Además, el clima se sentía bastante cálido, por lo que usar un suéter no era una opción apropiada.

Auron salió de casa sin un paraguas, pues había olvidado traer uno de su hogar. Su uniforme se mojaba ligeramente pero no era como si le importara. Justo después de que se giró tras haber cerrado la puerta se topó con Luzu, estaba sentado en la banqueta mirando su teléfono. Borja estaba cubierto por un impermeable negro pero transparente, Raúl sabía que era él por su cabello castaño.

Se acercó con pasos sigilosos hasta él y cuando iba a tocarle el hombro, escuchó su voz.

-¿Crees que sea suficiente, Lanita? -se calló unos segundos y después volvió a hablar-. Ojalá pudieras votar por mí.

No quiso ser un chismoso, así que tocó su hombro para llamar su atención. Luzu saltó del susto, aunque después sonrió con alivio.

-Debo irme, Lana, creo que queda... -Luzu abrió los ojos mientras se ponía de pie apresurado-, Auron, quedan 5 minutos para clases.

-Vivimos a 10.

-5 corriendo -colgó la videollamada y guardó su móvil dentro de la mochila. Después tomó la mano de Auron y le impulsó a correr.

La sensación de correr bajo la lluvia y pisar los charcos le parecía maravillosa a Raúl, más acompañado de una persona tan linda como Luzu. Le embelesaba el momento, así que cuando llegaron era como si el más alto irradiara felicidad y Borja pudo notarlo.

Los chicos se despidieron de forma fugaz para poder llegar a clase.

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Era la hora del club y Alex salió de su aula por unos minutos. Se sentía frustrado, últimamente las cosas no le salían bien y el recibir nuevos integrantes al club le hacía estresarse. Se recargó en la pared y respiró con calma aunque quisiera llorar.

Estaba tan concentrado en mantenerse tranquilo que no escuchó los pasos acercarse a él.

-Alex, ¿estás bien?

Levantó su mirada, visualizando así a David. Este llevaba botes de pintura en ambas manos, pero las dejó en el suelo para dar pequeñas palmadas sobre el hombro del chico. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo Alex se movió, y Fargan entendió que no quería ser tocado.

-Sí, sí -mintió- ¿qué haces por aquí?

-Luzu dijo que las dejara atrás de la escuela, dijo que como soy nuevo podía pintar algo bonito ahí.

-¿Ya sabes qué hacer?

-Un búho.

Alex rió.

-Yo haría algo mejor.

-¿Como qué?

-¿Qué tal…un hombre búho peleando contra un stormtrooper?

-¿Contra un qué?

-Los soldados blancos de Star Wars.

-Ah.

Ambos chicos rieron, y Alex sacó el móvil del bolsillo para darle algunas ideas. Se quedaron así quizá 10 minutos hasta que recordaron sus clases. Antes de que Fargan se fuera Alex le detuvo.

-¿Cómo vas con Willy?

-Bien, pero Samuel complica las cosas a veces.

-¿Por qué?

-Quiero pasar tiempo con Willy después de clases e ir a su casa, pero sus padres aman tanto a Samuel que incluso siento que no soy bienvenido con ellos.

-Eres un buen chico, Fargan, yo saldría contigo.

El contrario le sonrió-. Yo también saldría conmigo.

-Hablaré con él, ya después le comerás la boca a Willy mientras sus padres no están.

-Gracias, Alex.

Después de que Fargan se fuera Alex volvió a su aula y, para su sorpresa, Mangel estaba controlando a los desastrosos alumnos de primer año.

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La campana sonó, lo que indicaba que las clases de ese día finalmente habían terminado. Los alumnos salían en multitud de los salones, como si no quisieran estar ahí. Y eso que recién llevaban 5 días ahí.

Rubén, Mangel y Vegetta hablaban entre sí sobre cosas de la escuela, al final habían congeniado bastante bien los tres, Samuel no era el típico chico amargado y grosero, al contrario, entendían el porqué había sido reelegido el año pasado.

-¿Por qué no vuelves a lanzarte como presidente? Yo votaría por ti -dijo Rubius.

-Luzu quiere postularse y, si te soy sincero, tiene toda la madera de ser un buen presidente.

-Pero no es tan guapo como tú.

-Ya, eso no cualquiera.

-Tontito.

De nuevo escucharon un auto derrapando, el mismo deportivo se detuvo hasta estar frente a los tres chicos que retrocedieron por inercia.

El pelirrojo dirigió su mirada al chico de lentes que le había ayudado la otra vez, le sonrió, pero el otro estaba desconcertado.

-Súbete, Miguel.

Samuel y Rubén miraron esta vez a su amigo, quien estaba tan confundido como ellos dos.

-Yo no puedo…

-Quiero llevarte a casa, ¿me dejarías hacerlo?

Los otros asintieron en dirección a Mangel, convenciéndolo de que estaba bien si iba con el chico del deportivo.

Mangel subió al auto, haciendo que Lolito sonriera de inmediato. Le dio la dirección de su casa pero como Lolito era tan nuevo como él tuvo que explicarle dónde quedaba su hogar. Para ese entonces ya había dejado de llover pero el cielo se mantenía nublado, como si fuera a hacerlo más tarde.

Lolito se estacionó frente a la residencia y Mangel bajó del auto, pero cuando iba a despedirse el pelirrojo se le adelantó.

-Gracias, Miguel, pero lo siento si te causo problemas con tu novio -apretó el volante con sus dedos, se sentía culpable, ni siquiera había pensado cuando le invitó.

-¿Hablas de Rubén? Él no es mi novio, es mi mejor amigo así que tranquilo -su tono de voz era suave. Éste rodeó el deportivo hasta estar del lado del conductor, se inclinó y abrazó a Lolito, quien se quedó inmóvil sin saber qué hacer-. Espero que te sientas mejor, Lolito. Nos vemos el lunes.

Mangel caminó a su apartamento, desapareciendo tras el umbral de la puerta mientras que Manuel seguía en su automóvil pensando en lo que acababa de pasar.

“Qué chico tan lindo” pensó.

No quiso parecer más loco de lo que ya y simplemente se fue a casa, esta vez se sentía más relajado de lo usual. Cuando llegó, su madre no paró de repetirle lo lindo que se veía sonriendo.

El resto del día Lolito se la pasó aprendiendo recetas de cocina de su mamá, cocinaron juntos y para cuando el padre de él volvió, tenían toda la mesa llena de comida.

Lolito no entendía porqué si tenía una familia feliz, él se sentía tan solo.

¡No olviden hidratarse todos los días!

As a flower - Karmaland AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora