Fargan despertó gracias a la sonora alarma proveniente de su teléfono que se encontraba sobre su mesita de noche. Gruñó, no quería levantarse y hacer todo el ajetreado camino que tenía para llegar a clases.
Más cuando todo el fin de semana se la había pasado en casa de Willy, ahora le quedaban pocas ganas de ir.
Estuvo a punto de quedarse dormido de no ser por la llamada que entró a su móvil. Se movió como pudo y, aún con los ojos cerrados, contestó presionando el botón de encendido y pegándolo a su oreja.
-¿Ho...la? -balbuceó.
-Buenos días, rata.
Se quedó callado unos segundos hasta que fue capaz de reconocer la voz que le hizo despertar al instante. Tuvo que incorporarse para no volver a dormirse.
-¿Willy?
-Sí, soy yo.
-¿Qué haces despierto? Son las, eh... -alejó el móvil de su rostro unos momentos para ver la hora, era más temprano de lo habitual-, ¡son las cinco de la mañana!
-El otro día dijiste que te costaba mucho despertar en las mañanas -escuchó algunos ruidos proviniendo de la otra línea del teléfono-. Y como vienes hasta acá por mí, yo puedo despertar y llamarte para que tengas tiempo. Además quiero que pases por mí.
David sintió como su corazón aumentaba de ritmo, cubrió su rostro con una mano para evitar gritar de emoción. Quiero decir, Guillermo no era alguien que demostrara demasiado afecto, por lo que cada lindo detalle que tuviera, Fargan sería capaz de apreciarlo sin forzarle a hacer algo que no quería.
Ahora tenía más ganas de ir a la escuela y plantarle un beso en los labios. Quizá dos, y probablemente más de tres.
-Te veo afuera de tu casa, ¿te parece bien? -preguntó.
-Vale, nos vemos.
-Willy.
-¿Qué?
-Te quiero.
Escuchó unas cuantas risas nerviosas viniendo del de ojos verdes.
-Yo también, Fargan. Desayuna.
Y colgó.
No supo la velocidad a la que iba, pero se arregló a la mitad de tiempo que solía hacerlo. Lo que le tomó más de 5 minutos fue elegir qué podría llevarle a Guillermo para sorprenderle tal como éste lo había hecho ya.
Se despidió de su madre y su hermana menor dándoles un beso en la frente a ambas mientras dormían. Tomó una manzana del refrigerador y antes de irse notó que su madre había traído un ramo de flores, probablemente del compañero de trabajo que le pretendía. Frunció el ceño de sólo pensarlo, así que robó una de las camelias que adornaban el ramo.
Corrió hasta la estación de autobuses y subió a uno que le dejaba de paso. El autobús estaba casi vacío así que improvisó una cama entre los dos asientos que tenía disponibles. Mientras observaba el poco paisaje que se lograba ver, pensó en lo feliz que había sido desde que Guillermo aceptó salir con él.
Acabó su desayuno rápido y tiró el residuo en uno de los botes de basura cuando llegó a su destino; Karmaland. Eran las 6:17, así que probablemente su novio quizá estaría desayunando.
Caminó con tranquilidad hasta llegar a la casa de Willy, la cual estaba muy cerca de la de Vegetta. Esperó con la flor entre sus manos y, mientras lo hacía, escuchó a alguien llamándole por su nombre.
-¡Fargan! Buenos días -al voltear se topó a Samuel, ya era muy tarde para ocultar su regalo-. Toma.
Samuel le lanzó varias margaritas que ocupó para rodear la camelia, Fargan le miró desconcertado.
-Gracias.
-Son sus favoritas, suerte.
Tras eso, el más alto desapareció de su visión. Esta vez fue la puerta abriéndose la que robó su atención y, al ver al contrario no pudo evitar sonreír y extenderle el improvisado ramo que llevaba entre sus manos.
-¿Es en serio? -notó cómo las mejillas de Guillermo tomaban un ligero tono rosado. Éste en vez de tomar las flores le abrazó, y David no pudo sentirse más feliz.
-Amo las margaritas.
-Lo sé, cariño, lo sé.
.
.
.
Cuando la campana sonó indicando el inicio del receso, Rubén tenía planeado ir directamente hacia el salón de Samuel. Notó una pequeña concentración de gente afuera de su salón, por lo que salir fue una difícil tarea que incluyó pisotones y empujones.
Se sentía nervioso con muchas personas, así que sólo quería huir con Mangel siguiéndolo por detrás.
-¡Rubén Doblas! -escuchó, haciendo que se sobresaltara al instante.
Dirigió su mirada en esa dirección y pudo ver a un deslumbrante Samuel de Luque con chicas a su alrededor, lo único que le molestaba de estar cerca suyo era que siempre acapararía toda la atención.
-¿Qué? -contestó de mala gana, y el contrario pudo notarlo.
-Vamos, sígueme.
Por algún motivo, Vegetta sabía desviar muy bien a las personas, así que se escabulló más rápido de lo que fue rodeado.
Se despidió de su mejor amigo (el cual otra vez iba a comer con el chico pelirrojo) y siguió al azabache enfrente suyo. Entraron a la sala del consejo estudiantil, Samuel se sentó en uno de los sillones y Rubén se sentó a lado suyo por inercia.
-Ayúdame -dijo Sam.
-¿Con qué?
-El festival que sigue después de las elecciones, no tengo una temática y no sé qué hacer.
-¿Samuel de Luque no sabe qué hacer? -preguntó con falsa sorpresa.
-Doblas, acabo de ayudar a Fargan con su relación, ya no sé qué hacer.
El de ojos verdes colocó una mano sobre su hombro como consuelo, ahora él el que no sabía qué decirle.
-¿Qué ves en ti mismo?
-Alguien que no puede superar algo como eso.
-Acabas de ayudar a Fargan, ¡quieres que Willy sea feliz! Y yo quiero que tú seas feliz así que elijamos una temática que te haga olvidarte de él por lo menos una noche.
-Una noche.
Asintió.
-¿Cómo se llaman esas cosas que brillan en la oscuridad?
-Eh...¿luciérnagas?
-No, tontito, la pintura.
-Ah, ¿el neón? ¿Quieres hacer el festival de neón?
-Creo que les gustaría.
Ambos sonrieron, Rubén no podía mantener su mirada fija en él después de lo de la cafetería, simplemente le ponía nervioso.
-¿Qué hiciste el fin de semana? -preguntó De Luque.
-Practicar la canción que Willy quiere cantar. ¿Qué hay de ti?
-Salí a pescar con mi padre y, respecto a eso...
-¿Sí?
-¿Quieres venir con nosotros el fin de semana?
-¡Claro! Aunque no sé pescar así que si dejo ir uno grande no me mates.
El contrario negó suavemente y se puso de pie, extendiéndole la mano-. No lo haré. Ahora vamos a comer, yo invito.
Doblas tomó su mano algo temeroso, pero al final se incorporó también.
Sam era alguien bastante amable y agradable que, a parecer suya, era un regalo estar con él. Al menos de forma romántica. Por obvias razones, esperaría que lo del pasado viernes sólo fuera una broma de mal gusto.
.
.
.
-Fuck.
-¡Auron!
Luzu le regañaba cada vez que Raúl decía alguna mala palabra, pero terminaba riéndose tanto que ni siquiera se lo tomaba en serio. Le estaba enseñando algo de Inglés pues no estaba entendiendo mucho de la materia y todas las clases eran un 70% en ése idioma.
Borja podía notar lo aburrido que estaba el otro chico.
-¿Estás bien?
-Sí, es estrés nada más.
El castaño mantenía su actitud positiva para motivarle, pero al parecer no estaba teniendo mucho efecto.
-Cada vez que te estreses te voy a besar.
-Creo que estoy muy estresado.
No pudo evitar reír, cosa que a Auron le pareció dulce.
Luzu lo había pensado mucho, incluso había hablado con Lana sobre ello. Ella dijo "inténtalo" y Borja sólo necesitaba un pequeño empujón para hacerlo. Escribió una frase en Inglés sobre el cuaderno de Auron y, evidentemente, éste no entendió.
-¿Quieres que lo traduzca?
-Sí, sí.
Tardó como 10 minutos en armar bien la frase hasta que tuviera sentido o que por lo menos sonara bien. Cuando lo logró, sonrió victorioso.
-"Do you want to have a date with me?" es "¿quieres tener una cita conmigo?"
-Muy bien, ¿y qué dices?
-¿Sobre qué?
-Tener una cita conmigo.
Ahí fue cuando Raúl cayó en cuenta. "Joder, qué buena" pensó automáticamente. Ahora seguía lo que debía decir, ¿qué diría? ¿Que sí? No tenía ninguna experiencia con chicos y mucho menos como Luzu. Parecía que estaba congelado, pero Luzu le miraba expectante.
Ante la falta de una respuesta Borja terminó desanimándose, quizá el contrario sólo estaba buscando la forma de rechazarlo de manera sutil.
Iba a levantarse, pero la mano de Auron le detuvo.
-Sabes que nunca he salido con chicos.
-Está bien -Luzu desvió la mirada, se sentía avergonzado. Ojalá Vegetta le sacara de tal bochornoso momento.
-Nunca es tarde para la primera vez.
El castaño volvió a sentarse lentamente pero seguía sin mirarlo, Auron pudo notar un leve sonrojo sobre sus mejillas.
-No te sientas presionado.
-¿Presionado? Luzu te voy a dar la mejor cita que puedas tener en tu vida, lo juro por la mía.
El mencionado soltó una pequeña risa, ¿habría algún día que no sonriera por él?
-Eres un tonto...
-Ahora enséñame a mandar a la mierda a la gente. Mi cuerpo me lo pide.
El primer capítulo ha llegado a 100 lectores, ¡yay! Gracias por estar aquí.
Espero que los mensajes al final los motiven aunque sea un 1% (?¡No olviden tomar el sol de vez en cuando! Y en caso de que haya un sol espantoso, ¡no olviden hidratarse!
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As a flower - Karmaland AU
Romance( HISTORIA EN PROCESO DE RE-ESCRITURA Y RE-EDICIÓN, PARA MÁS INFORMACIÓN, DIRIGIRSE AL ÚLTIMO CAPÍTULO ) "-Te amé tanto que olvidé qué era ser yo. Tenía miedo, estaba asustado de ti pero...me dejé amarte y arranqué una y otra vez pétalos de flores p...