As a flower - Karmaland AU

Poemas con f l o r e s

Rubén siempre despertaba con la ayuda de su mejor amigo, de otra forma cerraría los ojos y se dejaría hundir en sus más profundos sueños. Se sentó en la cama y observó algo borroso todo su alrededor, ahora se veía mucho más cálida y digna de ser su casa.

-¿Puedes sacar la basura? -le preguntó Mangel mientras picaba fruta, todo porque al más alto le gustaba comer sus cereales acompañados de manzana. Aunque Rogel prefería rebanadas de plátano.

Tuvo que levantarse con pesadez y hacer aquella rutina mañanera que le tenía harto, aunque ya no la odiaba tanto cuando veía a Samuel. Mientras se cepillaba los dientes y observaba su reflejo, aquel presidente ocupó su mente y Rubén se preguntó por décima vez en su vida si De Luque podría sentirse un poco, sólo un poco atraído por él.

Porque Rubén se ponía bastante nervioso cuando Sam le decía algo lindo y no entendía porqué.

Finalmente salió del baño y tomó su uniforme. Mientras se vestía escuchó a Mangel titubear desde el otro lado del apartamento, sólo le miró esperando una respuesta.

-Hoy…Lolito nos llevará.

-Vale.

-¿Estás de acuerdo? -podía notar la inseguridad en su voz, cosa que le pareció bastante extraña.

-Sí, ¿por qué no lo estaría?

-Por posesivo.

-De hecho -comenzó, abotonando los últimos espacios de su camisa- acepto a Lolito.

-Así está mejor.

Rieron, después se sentaron en el comedor más pequeño que apenas cabía en el balcón, pero Vegetta así lo había querido y no se veía para nada mal.

Desayunaron sin prisa, o al menos eso hizo el de cabello claro porque Mangel tan pronto escuchó el claxon del deportivo, comió de manera fugaz. Ni siquiera le había dicho “adiós" o “buen provecho" como solía hacer. Bufó, recogiendo ambos platos y dejándolos sobre el fregadero. Después tomó su mochila, la bolsa de la basura y finalmente cerró con seguro su apartamento.

Bajó a pisadas suaves por lo cansado que se sentía. No obstante, el ver cómo el pelirrojo besaba a su mejor amigo le hizo despertar de golpe. Frunció el ceño apenas les vio, no estaba celoso ni nada de eso, pero se sentía traicionado de que Mangel no le dijera sus asuntos amorosos.

Aunque siendo sinceros, él tampoco le había dicho de Samuel.

Aclaró su garganta para llamar la atención de ambos chicos, una vez lo hizo la pareja se separó abruptamente y con una actitud nerviosa.

-Rub...

-No -le interrumpió-. No necesitas explicarlo, sólo vamos a la escuela.

Mangel suspiró algo preocupado mientas que Lolito sólo se subió al auto. El pelirrojo llevaba una sonrisa que parecía victoriosa, aunque Rubén no entendió porqué.

El azabache se sentó en el asiento del copiloto y, como sólo habían 2 lugares, Doblas tuvo que sentarse en sus piernas de la mejor manera que pudo. Cuando los 3 estuvieron en el auto, Lolito les observó y extendió su mano en dirección del más alto.