Capítulo 14

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—¡Esquiva las balas!— Ordenó Bruce mientras Megan completaba la simulación que el equipo había armado para practicar luchar contra Deathstroke

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—¡Esquiva las balas!— Ordenó Bruce mientras Megan completaba la simulación que el equipo había armado para practicar luchar contra Deathstroke.

Rápidamente, la joven dio varias volteretas para luego caer nuevamente en el suelo y esquivar los espadazos que le propinaba el holograma.

En cuestión de un par de minutos, Megan ya estaba saliendo de la sala para hablar con su padre adoptivo.

—¿Cómo estuvo?— Inquirió Megan tomando desesperadamente agua.

—Bien,— Contestó Bruce con su característico tono monótono— pero no lo suficiente como para mantener un combate cuerpo a cuerpo contra Deathstroke.

La joven asintió con la cabeza.

—Como sabes, ya ha concluido tu castigo y como he visto un cambio en tu comportamiento, te permito volver a las calles.

—¡¿Enserio?!

—Si... Sólo una condición; estarás excluida de las misiones de alto riesgo, y no usarás armas de fuego, solamente lo harás en el caso de que sea de vida o muerte.

—¡Gracias, gracias, gracias!

(...)

¿Cómo va todo por allá, Alcatraz?— Inquirió Nightwing mediante el comunicador.

Todo muy tranquilo, estoy siguiendo a un individuo algo sospechoso.

Ten cuidado.— Le recordó Red Robin, que se preocupaba más por su estado que ella misma.

Tranquilo, quizá es un ladronzuelo.

Deja de hablar como una anciana.— Se quejó Damian mientras peleaba contra un ladrón.

Tú también hablas como anciano.— Por más que no lo podía ver, Megan supo que el menor había rodado los ojos— Los dejo, está comenzando a moverse más rápido.

Recuerda lo que te dije.— Advirtió Tim.

Claro.

La delgada silueta se movía con agilidad entre las sombras, Megan casi la perdió de vista cuando usó un gancho para escalar un edificio, pero velozmente logró pisarle los talones.

Por su contextura física, dedujo que era mujer. Además, pudo ver que el cabello de la enmascarada era blanco y largo, al igual que el de ella.

De un momento a otro, la mujer dejó de saltar los techos de los edificios para largarse al vacío. Megan se asustó cuando realizó aquella acción, pero luego se acercó, con precaución de que no la viera, a la cornisa y logró divizarla sana y salva caminando por las calles.

Con el mismo sigilo que un felino, la siguió a su destino, el cual era el estacionamiento de uno de los edificios de Wayne Enterprises.

—Lucius Fox, eres el hombre que estaba buscando.— Dijo la joven apuntandolo con su katana.

Red Robin and Alcatraz [Tim Drake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora