Capítulo 20

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—Este es el departamento de Michelle.— Dijo la anciana señalando la oscura puerta de madera— Luego del asesinato, nadie ha querido alquilarlo.

—No me sorprende...— Balbuceó Megan desviando su mirada hacia el pasillo para asegurarse que nadie los estuviera observando.

—Síganme.— Ordenó Isobel caminando hacia la puerta que dirigía hacia las escaleras de emergencia— La niña fue encontrada muerta, justo allí.— Señaló los últimos escalones antes del descanso luego de abrir la puerta.

—¿Muerta?— Inquirió Tim.

—Ajá, se escucharon tres disparos. Algunos vecinos dijeron que cuando la subieron a la ambulancia la niña estaba viva, pero yo no les creo.— Cerró la puerta— Había dejado un gran charco de sangre sobre la escalera.

—Comprendo.— Dijo Tim— ¿Usted pudo reconocer al asesino?

—No, nadie lo vió. Batman estuvo aquí, lo que significaba que habían problemas. Ninguno quiso salir por miedo.— Contestó caminando con rapidez hacia su departamento mientras acomodaba su saco de lana color beige ya que pronto comenzaría su telenovela— ¿Algo más?

—No señora, buscaré mis cosas y nos iremos.— Volteó a ver a Megan.

—¿Nos quedaremos a investigar, no?— Susurró en su oído la chica, poniéndose en puntas de pie para alcanzarlo. Aunque si no hubiera susurrado probablemente la anciana no la hubiera escuchado, a su edad era casi seguro que le costaba escuchar.

—Solo si te sientes cómoda.— Acarició el brazo de la chica, luego le depositó un beso en la frente y se encaminó hacia el departamento de la anciana para buscar su mochila.

Mientras lo esperaba, Megan sacó uno de sus clips de cabello y abrió la cerradura tal como lo hacía en el orfanato cuando se escapaba.

Luego de unos pocos segundos, Tim salió del departamento saludando cortésmente a la anciana.

—Me dijo que nunca más la vuelva a contactar— Dijo sonriendo de medio lado—, la policía les prohibió a todos los vecinos hablar sobre lo ocurrido.

—No me extraña.— Contestó Megan abriendo la puerta para que los dos ingresaran al departamento— Quizá quienes publicaron el periódico que me mostraste...

—Puede que ellos si tengan más información, pero no deberíamos visitarlos ya sabés... de civiles.

La joven asintió con la cabeza estando de acuerdo.

Tras merodear unos cuantos segundos por el departamento se formó un silencio sepulcral. Megan analizaba con su mirada la infraestructura, tratando de recordar si habían algunos cambios, y Tim observaba con atención a la chica con temor a que volviera a desmoronarse como anteriormente lo había hecho en el auto.

—Esas ventanas no estaban aquí.— Dijo Megan al mismo tiempo que sus botines de tacón repiquetearon sobre el suelo causando un eco en la vacía habitación.

—¿Cómo lo sabes?— Inquirió Tim colocándose al lado suyo para brindarle de cierta forma un poco de apoyo.

—No me preguntes cómo, pero recuerdo pararme justo aquí frente a un ventanal para observar la ciudad mientras que mi mamá cocinaba.

Tim apretó sus labios en una fina línea, sintiendo pena por la chica. La admiraba mucho ya que pesar de todo lo malo que había vivido seguía sonriendo.

El aroma a pastel de calabaza había inundado el departamento. A las ocho en punto de la noche, Michelle Jones se encontraba parada junto al horno esperando que la cena esté lista para ser servida.

Red Robin and Alcatraz [Tim Drake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora