Red Robin and Alcatraz [Tim Drake]

Capítulo 3

—¿Irás a ver a tu amiga al hospital?— Preguntó Dick, quien había vuelto a la mansión hace cuatro días, mientras desayunaban.

Megan asintió con la cabeza para luego darle otro sorbo al café ya que, le costaba conciliar el sueño, por lo cual se dormía a las altas horas de la noche.

—Nos llevará el padre de Miley.— Dijo antes de que Bruce comenzara con sus preguntas debido a que estaba bastante preocupado de que algo le volviera a pasar.

(...)

—Miley.— La llamó la rubia mientras revolvía su mochila.

—¿Qué?

—¿Has visto mi cuaderno?

—¿Cuál cuaderno?— Preguntó quitándose sus auriculares.

—El que es verde,— Murmuró, buscándolo debajo de los pupitres— con flores. El de biología.

Miley se encogió de hombros y volvió a colocarse los auriculares.

—La última vez que lo usaste fue en el receso.— Acotó con desinterés mientras apoyaba su cadera en el escritorio del profesor.

—¡Mierda!— Megan golpeó con la palma de su mano su propia frente— ¡Lo dejé en el patio!

—Seguro ya te lo robaron.— Comentó con gracia mientras seguía a Megan ya que había salido apresuradamente del salón.

—¿Quién roba en una escuela de niños ricos?— Preguntó sabiendo que la respuesta claramente sería nadie— ¡Voy a buscarlo, espérame en el estacionamiento!

Dicho esto la joven se echó a correr. Pronto llegó al patio, donde comenzó a buscar con su mirada aquel maldito cuaderno que contenía todas sus tareas de biología.

—Si lo pierdes eres la estúpida del año...— Murmuró maldiciéndose a sí misma.

Allí estaba, debajo del árbol en donde había pasado echada junto con Miley en el receso mientras hablaban del miedo que habían sentido la otra noche. Puede que por eso mismo se lo haya olvidado.

Tomó bruscamente el cuaderno del suelo, provocando que una hoja de papel cayera de este.

Se agachó, tomó aquel papel blanco, posiblemente arrancado de su cuaderno, y lo desdobló.

Lo que leyó la impactó mucho.

"-Tengo que hablar contigo."

Abajo decía la dirección de un lugar de Gotham, pero eso no le importó tanto. Lo que si la sorprendió a gran medida fue la firma.

"-Robin Hood."

Sólo a una persona le había dicho así y sólo su familia sabía que Red Hood la había rescatado. Por lo cual, esto no podía ser una broma, mucho menos una coincidencia.