Para Hoseok, Hyungwon habia cambiado demasiado desde la última vez que se vieron cuando eran niños.
Para Hyungwon, el día que Hoseok se fue de su lado fue el último día normal de su vida.
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Dos semanas después.
―¡Suerte ranita, suerte Minnie!― Wonho se despidió de Hyungwon y de Minhyuk, viéndolos desaparecer entre tanta gente en aquel juzgado. Finalmente era el juicio del padre del mayor y ambos habían decidido testificar en su contra, ese gilipollas jamás iba a poder salir de la cárcel y a Hoseok no le daba verguenza admitir que eso lo hacia sentir bien. Se lo merecía.
Algunas horas después, ambos salieron con sus trajes impecables y una sonrisa satisfactoria en sus rostros. Wonho supo que habían ganado y corrió a los brazos del más alto, luego tomó de las mejillas al más pequeño asegurandoles a ambos que todo iría bien desde aquel día. Pero unos días después a Hoseok le tocó ver a Hyungwon estresado una vez más, su padre se había matado tal cual había prometido. El escritorio que el mayor tenía en su habitación era un lío de papeles y siempre había una taza de café en medio, su cabeza estaba a punto de estallar. Ya había decidido que quemaran el cuerpo de su padre y ya había pagado por aquello, en unos pocos días tendría una pequeña vasija con sus cenizas en su habitación y proximamente en el medio del mar ya que Hyungwon no quería ver ni las cenizas de su padre, se enojaba cada día más con él. Ya había firmado, llenado y entregado también la solicitud de entrada al instituto para Minhyuk, estaba esperaba pronto una respuesta. Ahora miraba atento los papeles de cada propiedad que había pasado a pertencerle a él, le pidió al oficial Kim que revisara cada una de ellas porque él no queria encontrarse con nada parecido a su casa cuando fuera a revisarlas y para su suerte el oficial lo aceptó como parte del caso.
―Hyungwon, deberías dormir, Hoseok se ha puesto insoportable diciendo que venga a convencerte de que lo hagas porque a él ya no lo escuchas.― Minhyuk entró al dormitorio de su hermano con la quinta taza de café para Hyungwon en la mano.
―¡Sí!¡Por fin algo bueno!― casi de la nada el castaño saltó de de su asiento gritando y a Min casi se le cae el café.― Aceptaron tu solicitud en el instituto, podrás ir a la escuela.
A Minhyuk se le olvidó que tenia que convencer a su hermano de dormir y ambos comenzaron a hablar de cómo era la escuela, de si le iría bien o no y el mayor se encargó de tranquilizar a Min en todas sus respuestas. Estaba seguro de que el menor sabría como integrarse, además tenía a Kihyun con él.
―Min, escucha.― Hyungwon se puso serio otra vez, al menor le dio un escalofrío.― Creo que sé cómo podríamos ganar algo de dinero, además del que ya tenemos. Pensé en vender la casa después de la mudanza, y alquilar una de las casas de playa y la otra casa que está a unos minutos de la que quiero vender. Sólo tengo que revisar su estado y hacer más papeleo y ya.
―Hyungwon hyung, tranquilo. Ahora lo que tienes que hacer es dormir, nada de papeleo, nada de propiedades, nada de nada. Mañana puedes seguir pero por el amor de dios duerme un poco o sino nadie en esta casa podrá dormir por culpa de Hoseok y sus preocupaciones por ti.― el mayor sonrió y le dio la razón.
