❝ La distancia entre sus labios debe ser mínimo de cincuenta centímetros❞
Min Yoongi, es sospechoso del asesinato de nada más y nada menos que de pareja de la fiscal Park Jihyo la cuál tomó el caso y hará hasta lo imposible por culparle y encerrarlo...
— ¿Dónde estabas anoche? ¿Por qué llegaste tan tarde?— pregunta Jihyo mientras desayuna junto a su hijo el cual solo baja la mirada a su plato.
— Estaba en la cafetería de Jin y NamJoon hyung— respondió jugando con la leche de su cereal. Ya no era el azucarado que solía comer antes, no, su madre le había obligado a botarlo y comprar uno dietético.
— ¿Es así? Porque yo llamé a SeokJin y me dijo que solo se vieron hasta las 11:00 pm y tu llegaste a la 1:00 a.m ¿Cómo esperas que te crea, Jimin? ¿Qué escondes?— indagó la fiscal metiendo una cucharada de cereal en su boca.
— No estoy escondiendo nada madre, lo que pasó fue que el taxi que llamé se tardó demasiado en llegar y eso fue todo. Ya no tengo más hambre, debo irme— se despidió Jimin mientras se levantaba de su asiento pero su madre le detuvo antes de irse.
No se había creído del todo la excusa barata que su hijo le dio pero lo dejaría pasar por esta vez— Es cierto, debes irte ¿No? Jeongyeon debe estar esperándote, tienes a tu novia muy descuidada Jimin ¿Quieres que ella te termine? Porque eso es lo que estás dando a entenderle.
El pelirrojo rodó los ojos y suspiró tan fuerte que su flequillo se despeinó. No quería discutir hoy por dos razones. Primero, no tenía ganas. Segundo, él estaba pendiendo de un hilo por el incidente de haber llegado tarde así que no quería revolcar más las aguas.
Cuando el menor está por retirarse, su madre vuelve a detenerle— ¡Jimin espera! Olvidé contarte que Lucas no vendrá hoy así que mandó un reemplazo, hoy iré en mi auto así que no le veré, asegúrate que sea un buen conductor.
Jimin asintió cansado y salió del apartamento. Jihyo al ser una fiscal tenía derecho a un conductor por su seguridad aunque casi siempre el que usaba el auto era él ya que a la fiscal le importaba un bledo la regla. Lucas se había vuelto casi su amigo y extrañaría no verle hoy y contarle sus desgracias diarias.
Abordó el auto y cerró dando un sonoro portazo ¿Acaso se notaba que no estaba de buenas? Probablemente.
— Hey— le llamó la atención el conductor desde su asiento sin mirar al pelirrojo— Más cuidado con el auto niño.
— Oh si yo...Lo siento, no ha sido un buen día— se disculpó Jimin intentando averiguar quién era el reemplazo, quizás era un amigo de Lucas.— ¿Cómo te llamas?
— ¿Tienes un extraño fetiche por preguntarle el nombre a la gente o es que te encanta recordar nombres?— Yoongi se giró a observar a su pasajero, Jimin estaba algo enojado de verle por el inconveniente de la noche pasada pero más extrañado.
— Yoongi ¿Es enserio? ¿Eres conductor? Pensé que serías algo como...— Jimin intentaba pensar en una profesión que no sonara hiriente para el mayor.
— ¿Un asesino nocturno que bebe sangre de noche y le sacrifica virgenes al demonio?— intentó adivinar Yoongi con algo de sarcasmo— Porque si eso piensas te estas equivocando, incluso los asesinos tienen trabajos comunes como un simple repartidor de pizzas Jimin.
— Lo lamento.
— Tranquilo, no te disculpes, suelo variar mucho mis trabajos, cada día es uno distinto— contó el mayor mientras jugaba con el volante aún sin encender el auto— Hay muchas cosas por pagar.
— ¿Qué es lo que necesitas pagar para que cambies tanto de trabajo?— preguntó el pelirrojo curioso. Yoongi le sonrió.
— Deudas-resumió.— Pero ese no es el punto, no creo que desees hablar de mis deudas ni de mi, ¿A dónde quiere que lo lleve señor Park?
Jimin soltó una risita por el tono excesivamente educado y falso de Yoongi. Pensó en JeongYeon pero le importó poco. Ella no era ni la última de sus prioridades— A donde usted quiera, señor Min.
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