CHAPTER 12

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Yoongi abrió la puerta de su apartamento para salir a lo cual, dos tipos encapuchados le apuntaron con sus revólver desde ambos lados de su cabeza. El pálido no sintió el más mínimo miedo, de hecho, los conocía de hace tanto tiempo que aquellas armas en su cabeza ya eran algo rutinario de cada día.

Eran las seis de la mañana y hacía frío. Yoongi saca el dinero, esta vez el doble ya que debía una cuota de aquel día en el que Jimin había dormido por primera vez en su casa y no había salido temprano a pagar.

Aquellos matones sólo tenían tiempo para cobrar a esas horas por lo que no habría temor de que los tipos lo buscaran después de ese límite de tiempo.— Ahí tienen, la cuota de hoy y la que debía, ahora lárguense.

— Muy bien señor Min, como siempre, pagando hasta el último centavo, ojalá tu padre hubiera sido así— se lamenta uno de los desconocidos Evidentemente más alto y el mismo que recibió el dinero. Guardaron las armas y le dieron la espalda- Ya te falta poco hombre pero recuerda, una cuota por una bala.

Yoongi los observa marcharse con una expresión neutra. Observó a sus alrededores, en especial al apartamento de la fiscal el cual permanecía con las persianas cerradas, lo más probable es que la querida mujer hubiera bebido todo su whisky y lo menos que quería era ver el sol.

Sobó sus brazos para intentar calentarlos ya que el aire estaba enviando pequeñas ráfagas frías y el chico no se había molestado si quiera en ponerse una camisa de mangas largas.

Junto al aire, un volante se estrelló contra su cara molestándole un poco. Lo quitó con brusquedad y observó el enunciado de esta. "Se necesita repartidor de volantes por 24 horas". Más abajo se encontraba el resto de la información como a dónde debería ir y los requisitos que debía cumplir.

Bien, ese sería su trabajo por ese día. Se apoderó del volante y volvió a su apartamento. Cuando estaba por empujar la puerta para ingresar, sintió una mirada profunda en su nuca, algo le estaba vigilando.

Rápidamente e inesperadamente se giró y pudo observar a un individuo observarle desde la terraza de los apartamentos de en frente. Cuando cruzaron miradas, el desconocido quien llevaba una cámara fotográfica se escondió adentrándose en el centro de la terraza desapareciendo de la vista de Yoongi.

El pálido finalmente ignoró eso momentáneamente y entró a su apartamento con el papel en mano.

Caminó lentamente por la sala y sintió una mezcla entre felicidad y sorpresa al ver como cierto enano pelirrojo bastante conocido, cantaba inconscientemente y ajeno a la presencia de Yoongi desde la cocina. Al parecer el pequeño abogado estaba cocinando el desayuno para ambos.

Jimin finalmente se dio cuenta de la presencia del mayor y se giró un momento para apreciarlo. Sonrió— ¿Dónde estabas?

— Buscando trabajo— le responde Yoongi mostrándole el volante donde se solicitaba un repartidor. El pelirrojo no dijo nada más y continuó cocinando.

Estaba preparando el mismo desayuno que días atrás había dejado a medias. Waffles con crema dulce por encima. Esta vez no quiso ser ayudado e hizo todo por su cuenta, creía que en el tema culinario, las cosas le salían mejor solo.

— Hey Yoon— le llamó Jimin con mucha confianza. No había usado honoríficos pero se sentía cómodo de todos modos.

— ¿Hm?— preguntó Yoongi mientras el menor le servía el desayuno y se sentaba frente a él con su propia comida. Se veía apetitoso. Pero era más apetitoso el pelirrojo en frente suyo.

— Gracias por dejarme quedar aquí, la verdad no sé como pagarte— agradeció Jimin mientras le daba un gran mordisco su waffle. Siempre tenía la manía de abrir mucho la boca, le gustaba la sensación de tenerla llena. De comida.

— Pues con dinero no será— aseguró Yoongi. Si tenía la oportunidad de pagarle, que fuera de otra manera. El dinero se iba en un dos por tres, pero otras cosas duraban más— Me pagarás de otra forma y tu también serás recompensado, no te preocupes por eso. Tenerte aquí conmigo es un sueño.

Jimin no responde pero sospecha a qué se refiere. Ambos terminan el desayuno y van a arreglarse, el menor tenía que visitar a los chicos en la cafetería y Yoongi a repartir volantes.

Salieron juntos y se despidieron con un beso fugaz. El pelirrojo le asegura que irá a visitarlo a él también en su trabajo y después irán a casa juntos al terminar el día. Yoongi le acaricia la frente con delicadeza y cada uno toma rumbo distintos.

Pero siempre con la certeza de volverse a encontrar.

Cortito pero bonito :(

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Cortito pero bonito :(

❦ Between Our Lips ❦ Yoonmin「Finalizada」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora