❝ La distancia entre sus labios debe ser mínimo de cincuenta centímetros❞
Min Yoongi, es sospechoso del asesinato de nada más y nada menos que de pareja de la fiscal Park Jihyo la cuál tomó el caso y hará hasta lo imposible por culparle y encerrarlo...
Yoongi despierta antes que el despertador lo haga y lo apaga antes que despierte al Jimin que duerme a su lado con su pijama de perritos bebé.
Siente pereza de levantarse de la cama, no quiere hacerlo aunque esta sea su última cuota por pagar. No quiere si quiera abrir los ojos. Pero a pesar de su deseo, unos golpes suaves en la entrada le obligan a levantarse y abrir la puerta.
Extrañamente no son los sujetos usuales sino su contraparte. La policía está ahí con una orden para llevárselo a la audiencia que se llevaría a cabo hoy. Era extraño que hubieran ido tan temprano en la mañana, pero eso podía explicarse con la idea de que quizás Jihyo estaba ansiosa y usó sus contactos para adelantar la hora.
Yoongi no dijo nada pero antes de irse con la policía, escribió rápidamente un mensaje de texto a uno de sus contactos y lanzó su teléfono a su sillón. Finalmente salió de su apartamento en custodia de la fuerza pública subiendo a una de sus patrullas con rumbo al juzgado.
[...]
Jimin pasa un brazo por el lado contrario de la cama esperando encontrar a su pareja pero su mano solo siente la fría cama acariciarle la piel. Abre sus ojos al instante y se levanta rápidamente a buscarlo. Luego recuerda qué día era hoy.
El día del juicio.
Corrió a vestirse adecuadamente y salió disparado para el juzgado en un taxi. Durante el camino había pensado en llamar a Yoongi o a Hoseok que seguro estaría allí pero había olvidado su celular en el apartamento. Y ni por muerto iba a devolverse.
Pagó al hombre del transporte al llegar al lugar y comenzó a buscar la sala donde se estaba llevando la audiencia. Caminó a paso rápido por los pasillos llenos de más abogados como él, familias llorando y criminales entrando a sus propias audiencias. Unos aceptando su condena y otros maldiciéndola.
Finalmente llegó a la sala. Abrió los portones de madera e ingresó a paso firme al lugar atravesando las bancas que estaban para los espectadores de la audiencia. Cruzó la puerta e ingresó al lado de la mesa de la parte demandada. Pero rápidamente se dio cuenta de algo.
Había llegado tarde. Muy tarde.
A pesar de su estridente llegada y de la mirada confusa del juez al verle irrumpir su juicio y sentarse tranquilamente sin ser autorizado para entrar, él continuó con la audiencia. Ya estaban en el veredicto final. No había nada que hacer. Al menos por el momento no.
— Bien, según las pruebas presentadas por la fiscalía y la parte demanda, lo declaro culpable— sentenció el juez dando un fuerte martillazo sobre la base de este— Su condena aún no será definida gracias a que hay opción de apelación debido a la falta de defensa por parte de su abogado pero permanecerá recluido durante el proceso. Con esto dejo finalizada la primera audiencia y cierro la sesión. Esta audiencia ha sido grabada y guardada por completo.
El juez se levantó de su alta silla, estrechó la mano de Jihyo quien no había parado de verle desde que entró y finalmente el hombre se fue. La mujer llevaba una resplandeciente sonrisa en su rostro mientras abandonaba el recinto.
Por su parte, Jimin no tuvo la oportunidad de hablar con Yoongi ya que fue llevado por policías en cuanto la audiencia había terminado. Se quedó solo, estaba estresado y jalaba de sus mechones rojos con fuerza.
Esos que tanto le gustaban a Yoongi.
No había estado para él en el momento que lo necesitaba y se sentía horrible. Había prometido que nada le sucedería. Las lágrimas no hicieron presentación y salieron disparadas a montones. Jimin negó con la cabeza y limpió el agua bajo sus ojitos. No iba a permitir que acabara ahí. El mismo juez lo había dicho, había opción de apelar, solo tenía que encontrar pruebas. Y rápido.
El pelirrojo salió corriendo hacia el parqueadero donde el juez debería estar subiendo a su auto. Afortunadamente lo encontró y con una sonrisa cortés, se dirigió al hombre alto, de cabello negro y piel acaramelada— Señor juez, me presento, soy Park Jimin, el abogado de Min Yoongi sobre el caso de asesinato del hombre Min YoungSuk.
— Oh, el que llegó tarde-recordó el sujeto con diversión— Cuénteme señor abogado ¿Qué necesita?
—La grabación de la audiencia de hoy, estoy dispuesto a apelar su decisión.
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