❝ La distancia entre sus labios debe ser mínimo de cincuenta centímetros❞
Min Yoongi, es sospechoso del asesinato de nada más y nada menos que de pareja de la fiscal Park Jihyo la cuál tomó el caso y hará hasta lo imposible por culparle y encerrarlo...
Jihyo tomó otro sorbo de whisky todo de un solo tope. Descargó el pequeño vaso de vidrio grueso sobre la mesa haciendo un sonido algo fuerte. Estaba empezando a emborracharse. Los recuerdos la golpeaban como pequeños cristales rotos en sus manos.
— ¿Te gusta mucho bailar?-—le preguntaba Young Suk en la mitad del bar en el cual se encontraban celebrando sus tres meses juntos.
—No mucho, solo...En ocasiones especiales lo hago—había respondido ella mientras tomaba un trago de cerveza. El hombre la levantó de la mesa y la tomó por la cintura sonriendo de manera algo lasciva.
— Pues hoy es una ocasión especial...Con una persona especial— le susurró al oído su pareja mientras las luces de colores les iluminaban entre la oscuridad de la noche y la concurrencia de la gente.
La fiscal tomó otra vaso de whisky, esta vez azotándolo un poco más fuerte contra su escritorio al momento de bajar la mano. Sabía que estaba mal hacerlo en su oficina durante el trabajo. Pero poco le importó en ese estado. Otro recuerdo había llegado a su mente mucha peor que el otro.
—Esto es demasiado cursi Young Suk, parecemos adolescentes — le había dicho en tono divertido la fiscal de pelo corto. El nombrado no le tomó importancia y solo se remitió a sonreír.
Ambos se encontraban en la torre Namsan, la noche ya estaba bastante recorrida y el frío les helaba los huesos a la pareja aunque no le prestaban mucha atención a eso. Jihyo observó la gran vista que se podía apreciar de Seúl desde lo alto de la torre. La capital era una veradera maravilla. Pero nada reemplazaba a su pueblo natal, Busan.
YoungSuk sonrió mostrando lo que había hecho, Jihyo no pudo hacer más que reír de la diversión de aquello. Su pareja había enganchado uno de los tradicionales candados que solían poner las jóvenes parejas en los barandales de la torre. Este era color amarillo y tenía los nombres de ambos inscritos en el.— Y dime...¿Te gusta?
— Es la cosa más cursi, empalagosa y estúpida que he visto, ni siquiera mis parejas cuando era niña hacían cosas como estas— dijo en tono serio pero después de ver a los ojos a su pareja rió cancelando su actitud seria.— ¡Claro que me gustó, tonto!
YoungSuk la abrazó por la cintura acercándola hacia él. Cuando se encontraban lo suficientemente cerca él la tomó por las mejillas y la besó lentamente.— Te amo Jihyo.
—Yo también te amo YoungSuk...
Jihyo jaló de su cabello con enojo y tristeza. Lo extrañaba demasiado. Intentaba mostrar una buena cara frente a sus compañeros y ante su hijo pero las cosas no eran tan fáciles en especial cuando el bendito de su hijo se parecía tanto a él. Incluso en su manera desganada de caminar .
Finalmente tomó el resto de la botella directamente hasta que no hubo una gota más de aquel whisky. Cuando la terminó de vaciar, azotó esta contra el piso y lanzó a lo lejos el vaso donde se había servido los tragos.
Su compañero Chen entró rápidamente a la oficina de su jefe al oír el ruido del vidrio romperse. La fiscal al oír los pasos acercándose limpió las lágrimas que había derramado e intentó acomodarse el cabello antes que el investigador entrara.
Abrió la puerta e ingresó con paso tranquilo. Tenía unos documentos en sus manos— Jefe, ¿Se encuentra bien? Sé por lo que está pasando y...
— No te metas— le cortó inmediatamente si siquiera dirigirle la mirada.— ¿A qué has venido? ¿Tienes algo que valga la pena? Porque si no es así, lárgate.
Chen se acercó con cuidado hasta el escritorio de la mujer la cual estaba muy cortante y afilada el día de hoy. Desprendía un gran olor a alcohol pero no quiso comentar sobre eso, porque si lo hubiera hecho, seguramente su puesto estaría corriendo peligro.
Colocó los documentos en la mesa color marrón claro con sumo cuidado, como lo haría una persona tratando de alimentar a un tigre hambriento desde hace una semana. Se acomodó el traje que llevaba y carraspeó su garganta antes de hablar- Hemos revisado las cosas que se encontraban allí y en todas hay huellas de Min Yoongi, como podrá ver, en la siguiente hoja están las fotos de la autopsia.
Jihyo observó las fotos dichas, habían tomas de su cabeza con una cortadura y un trozo de vidrio incrustada en este— Casi todo en esa casa tiene las huellas del hijo y aquella cortada que está observando claramente fue propinada por el chico ya que esas marcas y ese vidrio incrustado no se dejan por una simple caída de un piso diecisiete.
—Además—prosiguió el joven, mostrándole el último informe— La información que nos dio toxicología es que el hombre tenía alcohol con toques de mercurio en su boca antes de caer y de ser golpeado por lo que murió antes de caer, Jin Soul encontró el vaso donde había estado el alcohol...¿Y adivine a quién coinciden esas huellas?
—Min Yoongi—susurró la mujer jugando con la esquina del papel.
—Bingo—le sonrió levemente a la mujer la cual aún no se dignaba a mirarle—Con estas pruebas podemos montar una buena historia y encarcelarlo, además tenemos las declaraciones de vecinos que afirman que solo vieron a Min Yoongi entrar a la casa de Young Suk, tenemos todo para encerrarlo fiscal Park, debería comenzar a hacer la orden de citatorio para la audiencia de imputación de cargos al señor Min Yoongi.
Dicho esto el chico se va dejando a Jihyo con la mirada fija en el vaso roto que se encontraba en el piso— No, aún...
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Buenas(? JAJAJAJJ ¿Cómo están? ¿Su día está yendo bien? porque si no es así, espero que mejore.
