La profesora Grimaldi

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Venecia.

-Y para la siguiente clase traigan los ejercicios de proporciones, ángulos e iluminación terminados, y...creo que sería todo, los veo mañana.

-Hasta mañana profesora Grimaldi- no me acostumbro a ese nombre- disculpe ¿está bien profesora?

- ¿Ah? si no es nada, disfruten de su tarde- si es algo, se llama: no he dormido más de cuatro horas seguidas estos días.

Sali del salón para buscar a Phoenix, necesito otra taza de café.
Aun me cuesta llevar el ritmo de tantas actividades.
Aceptar ser maestra sustituta ha modificado mucho mi horario usual, casi todo el día se lo dedico a las clases, revisar y planificar, las noches a revisar la boda, queda poco más de dos meses para terminar todo, mis amigas son una bendición en esto, Jazmín y Ethan volvieron ya y también me están ayudando.

Para cuando por fin he podido quitarme todo lo anterior, la avanzada noche se lo dedico a mi trabajo normal, esto solo es provisional de todos modos.
Ha pasado solo la mitad del mes, pero lo he sentido más eterno que cuando era yo la estudiante.
Además, no sé si les agrado a mis alumnos, con la profesora Lovelace todo era muy llevadero y divertido, tiene un no sé qué en su estilo hippie que te agrada al instante, pero yo...ah, ni siquiera sabría como clasificarme.
En mi camino para buscar a Phoenix recibo una llamada de Jean.

-Hermanita ¿qué tal vas domando a esos leones?

-Diría que bien, o eso quiero creer.

-Bueno, no te interrumpo mucho, solo darte unas noticias, ya está reservado todo, salón, flores, sillas, hasta tengo unas cucharitas de helado adorables, así que podemos festejar por eso, y segundo nuestros queridos padres regresan mañana.

- ¿Que, tan pronto?

-Fueron casi tres meses ¿acaso los quieres mandar a vivir lejos? sé que te gusta estar a solas con tu esposito, pero tendrán que volver al régimen de papá, te lo advierto, no vaya a ser que se den cuenta de que no les han hecho caso.

-Gracias entonces

-De nadita ¡uy! me voy, Fleur está ganando la batalla contra Ben y debo grabarlo, adiós.

-Adiós, salúdalos de mi parte.

¡Rayos! y yo que quería al menos poder seguir dormir junto a Phoenix, solo un poco más y no me tendré que estresar por eso.
Al llegar a su salón toque como siempre, el voltea y sonríe, al menos eso no cambia, parece también estar terminando, creo que solo está en clases teóricas hoy.
Distingo que es el mismo grupo de alumnos a los que les agradó, los mismo que casi le dan un infarto a Phoenix, ellos me agradan.

- ¡Profesora Grimaldi! ¡Por favor libérenos del profesor Williams! lleva dos horas hablando sin parar.

- ¿Los está torturando? bien hecho querido.

-Hago mi trabajo, deben saber que sentí yo cuando estaba el profesor Foster por aquí, y déjenme decirles que hago una gran interpretación de él.

- ¿Te veo en la cafetería luego? intentare llegar viva- le di un beso sabiendo que lo incomodaría frente a sus alumnos- no los exprimas tanto, suerte chicos.

- ¡Adiós! - ellos no me dan miedo como mis alumnos, hasta cuando los conocí me quise morir.

***
Hace quince días.

Había vuelto con la profesora Lovelace para decirle mi decisión.
Fue más fácil de lo que pensé, cuando llegué ella estaba en clases, solo la iba a interrumpir un segundo.

El Amor No Lo Olvida Todo...¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora