El cambio de A y B

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Phoenix.

Un día más de feliz trabajo, rodeado de mis queridos alumnos y en casa mi amada esposa que me ama mucho...no, no sirvo para fingir ser Ethan.
Es temporada de exámenes y mis estudiantes apena y me dan atención, Venecia por otro lado es una sorpresa cada que abro la puerta de casa.
A veces la encuentro llorando frente al televisor viendo la misma película sentimental, al día siguiente torturando a su Tablet ya que no puede trabajar bien.
Otro día apenas abrir la puerta recibo un almohadazo bien por furia o diversión.
Muchas más se muere de sueño tirada en el suelo o está tejiendo extraños trozos deformes, le dije que no era lo suyo pero parece que le ayuda a distraerse.
Pero ante todo, es Venecia, así que mientras no hayan alertas rojas amare cada cambio con el que se le ocurra atacarme.
Hace un tiempo me recrimino mi falta de romanticismo, no soy inocente, es cierto que soy malo en expresarme de esa forma, pero me es difícil superar a sus estándares de caballero de película.

Al llegar a casa intento imaginar con que saldrá hoy, si tendré que esquivar algún objeto volador o pasarle papel para secarse las lágrimas.
Al entrar veo que no está en la primera planta como siempre, seguro esta arriba.
Dejo mis cosas del trabajo en mi escritorio y entro a mi habitación, Venecia esta acostada dada vuelta a mí. ¿esta dormida? Parece ser así.
Podría adelantar trabajo para cuando despierte poder dedicarle más tiempo, siento que no lo uso bien últimamente y no quiero para nada repetir nuestra última discusión grande.
Mientras busco ropa para cambiarme escucho que las sábanas se mueven.

-No te quería despertar, sigue durmiendo.

-No estaba dormida, solo quería cerrar los ojos un momento, no me sentía bien en la tarde, y antes de que preguntes, no, no pasó nada con A y B, están bien.

- ¿Entonces?

-No lo sé, solo me sentí algo sola hoy, todos estaban ocupados así que no tenía a nadie con quien hablar, y tu también estaban trabajando y no quería molestarte en clases...no sé qué paso, no me suele molesta estar sola.

-A veces pasa, aún recuerdo mi época de solitario, aunque disfrutara mi ambiente habían días que deseaba hablar con alguien.
Pasa pronto, pero mientras- me senté a su lado haciendo que se recostara sobre mi- puedo ser de ayuda.

-Talvez solo te necesitaba a ti, estaba aburrida de fingir que las almohadas eran tú, eres mucho mejor que ellas.

-Es bueno saberlo- su mano empezó a juguetear con el botón del cuello de mi camisa- ¿estas lista para saber cómo son A y B en la próxima cita?

-Como nunca, por cierto, tuve que convencer a Johanna para que no hicieran una fiesta grande de baby shower, logre dejarlo en amigos y familia cercana.

- ¡Una victoria más para los Williams! oye, si sigues así no tendré más botones en la camisa abrochados.

- ¿y? ¿es acaso un problema?, me gusta más así- con la punta de los dedos empezó a hacer círculos sobre mi piel- puedo estar más cerca de esta forma.
Vamos profesor Williams ¿tampoco me extrañaste?

Ya veo, hoy es una extraña personalidad que aparece aleatoriamente, Venecia un poco MUY cariñosa, demasiado en esta ocasión.

- ¿Me estas queriendo decir algo?

-Solo expongo una idea- se iba acercando poco a poco a mi cara para besarla repetidamente.
Desearía que al menos me advirtiera cuando empieza a hacer ese tipo de cosas, siempre me toma desprevenido.
A partir de aquí no tuvimos mucho dialogo más.
No es necesario de todas formas.
Nuestras camisas desaparecieron de un momento a otro, Venecia al inicio no se la quería quitar.

-No me veo como antes y lo sabes...tengo muchos centímetros extra.

-Me importa un penique de acuerdo, yo te veo incluso más hermosa- hace unos días salí a tomar algo con Ethan y me recomendó usar líneas así, aunque las piense no suelo decírselas.
Ahora aprendí que debo usarlas más constantemente ya que fui recompensado con una cantidad de besos que no pensé que fuera posible.
No habíamos hecho esto en un tiempo ¿cómo pude vivir sin esto estas semanas?
Sin decírmelo puedo descifrar que ella piensa lo mismo.
Amo estos momento donde solo estamos los dos solos, debo aprovechar aun estos momentos que es solo mía, antes de compartirla con los niños.

El Amor No Lo Olvida Todo...¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora