Troya II

16 1 6
                                    

Phoenix.

Sigo sentado frente a al reflejo de mi madre intentando no ser muy frio, ante todo sé que ella tampoco disfruta de esta situación tan tensa, pero no puedo evitar sentirme distante y ajeno, siento todo en esta habitación tan fuera de mi mundo.
Venecia aun no regresa, no sé qué la hace retrasarse tanto, no me levanto a buscarla por el simple hecho de que Robin sigue viendo las fotos y me sentiría descortés.
Ella sigue esperando a que la deje continuar por lo que se entretiene viendo esos recuerdos.
De vez en cuando la miro de reojo sin poder acostumbrarme, no todos los días conoces a la gemela secreta de tu mamá.

-Creo que podemos continuar.

- ¿Ya? muy bien, espero que esto no sea demasiado extraño para ti- prefiero no contestar- me gustaría contarte la historia completa pero no se con cuanto tiempo cuentas.

-Lo que necesité, vine exclusivamente por esto.

-Maravilloso entonces ¿te gustaría tomar algo mientras?

-Estoy bien, por favor cuénteme.

-Veo que eres muy serio, eres todo un adulto- no entiendo porque me disgustó este comentario, intente disfrazarlo con una sonrisa- esta historia toma lugar hace muchos años desde que Roxy y yo éramos niñas- me paso una foto de ellas dos, eran gemelas idénticas vestidas igual, no sabría decir quien es quien- nuestro padre Jules Louerete era un hombre de lo más serio, justo y cariñoso pero muy estricto en las reglas y mi madre era una mujer normal, nada que destacar- una foto de el junto con la abuela, he visto piedras más expresivas- nosotras dos crecimos normalmente siguiendo las ordenes con una que otra travesura, como cualquier niño, pero Roxy tenía un espíritu más aventurero, atrevido y desafiante, yo era más como mi mama, simple.
Cuando ella conoció a George teníamos apenas y 17, él era un buen chico, me agradaba bastante, pero no a nuestro papá por alguna razón.
El resto los sabes, fuga, deshonor familiar, cortar lazos etc., hubo un tiempo en el que mamá ni siquiera soportaba verme así que me corte el cabello y lo teñí, y así pasaron los años, tus padres se casaron e hicieron su vida contigo- me mostro otra foto de nosotros 3, frente a nuestra vieja casa- con mis ocasionales escapadas te vi varias veces- otra foto en la que ella me cargaba, sabía que era Robin ya que mi mamá siempre uso su cabello marrón natural y Robin tenía el cabello rojizo- eras un bebe adorable, te parecías y pareces mucho a tu padre, casi eres su retrato, menos unos detalles.

- ¿Y porque no la recordaba? según yo no tenía tías.

-ya lo explico, años después yo me case, por eso no uso el apellido Louerete, tuve un hijo he hice mi vida también, por lo que no tenía tiempo para ir a verlos, ya sé que es una mísera excusa y me arrepiento profundamente de que haya sido así.
Aun así recibía fotos tuyas todo el tiempo- me mostro otras tantas fotos mías, jugando deportes, haciendo tarea, hasta tenía fotos con Venecia mientras jugábamos en su casa- y...pues, tiempo después sucedió ese accidente- cuando fuimos avisados tú ya estabas en un hospital, mamá y yo estuvimos destrozadas, papá también pero su orgullo era más grande, mantuvo en pie su ideal de lazos cortados, nadie más en la familia quería adoptar tampoco , yo estaba tan conmocionada por mi hermana que no pensé en ti, cuando quise hacer algo James ya había iniciado el proceso de adopción que mis padres aceptaron.

-Acaso la señora Louerete no tenía nada que decir? - intento sonar frio y calmado, pero estoy mal internamente, apretó entre mis manos mi abrigo para intentar calmarme.

-Era la que peor lo pasaba, no tenía cabeza para nada mas que no fuera Roxan, lamento que nadie pensara en ti

-No tiene porque, lo entiendo- ¡entiendo medio cuarto de eso! mi cabeza se está llenando de insultos y ganas de descargarme, pero aún me aguanto.

El Amor No Lo Olvida Todo...¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora