Damn Society ;; Zodiac Yaoi [omegaverse]

10

— ¿Te vas a quedar más tiempo?

— Sí, perdona, el profesor dijo que se acerca una carrera, entonces desde hoy íbamos a entrenar y practicar más, lo había olvidado, lo siento Ari. —dijo con la respiración un poco agitada el signo de aire.

Hablaba con Géminis por teléfono, lo había estado esperando en la biblioteca a que terminara sus actividades en el club.

— Tranquilo, aproveché de estudiar un poco, así que-.

— ¡Ah, me tengo que ir! ¡Nos vemos mañana!

Y colgó dejando a Aries con las palabras en la boca. Él solo sonrió y guardó sus cosas dispuesto a irse.

Salió de la biblioteca viendo justo a Sagitario caminar junto a otro chico, era aquel chico del cabello teñido que vio una vez.

— Maldito traidor. —dijo de forma sincrónica con otro chico que estaba cercano a él y que no había notado antes, él también observaba a esos dos caminar juntos, parecía fruncir el ceño por como el chico de pelo castaño con las puntas teñidas de celeste se aferraba al brazo de su amigo.

Mientras observaba a aquel chico frunció el ceño al recordar que Sagitario al parecer mintió diciendo que se iría a casa temprano por supuestas importantes cosas que debía hacer.

— ¿Te gusta lo que ves?

Se sorprendió un poco al notar que el chico le hablaba a él, ¿desde hace cuánto rato lo estaba mirando?

— No. —dijo con una expresión de asco por su aparente arrogancia y egocentrismo, típico de un alpha cualquiera, pensó mientras acomodaba su mochila en el hombro y daba la vuelta para irse pasando por su lado y sintiendo como está vez él lo miraba de arriba a abajo— ¿Se te perdió algo? —preguntó fastidiado volviendo a verle por sobre el hombro.

— Yo diría que a ti se te perdió algo.

Enarcó una ceja en señal de confusión.

— El papel que te envuelve, bombón.

— Que asco tu básico intento de ligue. —le dijo para después volver a mirar al frente y seguir caminando, aguantándose la risa por lo que recién había escuchado.

— Bien, bien, ¿qué tal si entonces te digo...?

— Ni se te ocurra seguir coqueteándome.

Miró hacia el lado y arriba, ya que el chico lo alcanzó y ahora iba a su lado caminando, encima era más alto que él (como el 80% de la población, es decir, ni que Aries fuera muy alto después de todo).

— Muy tarde ya se me ocurrió, pero no seguiré.

— Gracias. Ahora... —detuvo su caminar— ¿puedes dejar de seguirme?

— ¿Quién dijo que te estaba siguiendo? Solo estoy caminando hacia mi casa. —se rió mientras seguía caminando, haciendo que Aries se sonrojara por su rápida conclusión, agradecía que no lo hubiera visto, sino quizás qué le habría dicho esta vez.

Siguieron caminando ambos en la misma dirección, Aries algunos pasos más atrás, mirando la ancha espalda delante suyo junto con la cabellera ¿rubia? Del chico. Se quedó mucho rato analizando si su pelo era castaño o rubio, ya que a ratos, por el sol, se veía muy claro.

Sin darse cuenta ambos llegaron al metro e iban a ir en la misma dirección también.

Tienes que estar bromeando, es demasiada coincidencia.

Se miraron de reojo a la vez, desviando de inmediato la vista el uno del otro.

— Esto es incómodo. —dijo ya el más alto cuando iban en el vagón del tren, Aries estaba frente a él, dándole la espalda, no le prestaba atención porque decidió sacar su celular para ponerse a jugar algo. Iba todo increíblemente lleno, ya que justo se fueron en la hora punta, cuando todos salen del trabajo, por lo que era inevitable que sus cuerpos no se rozaran, por no decir que en realidad iban pegados el uno al otro.