Cinco.

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Emilio siempre habido sido un niño curioso. Para el todo tenía un por qué, como por ejemplo cuando su hermana mayor gritaba cada que salía algo de su artista favorito, o cuando su madre se enojaba porque algo sucedía con su telenovela. Siempre había razones para todo, incluso para cosas que le resultaban asquerosas, como ahora que su estómago había pedido algo de comida y rápidamente había bajado a la cocina, sin embargo su hambre pasó cuando vio a su hermana mayor pasándose babas con su novio, Tyler. Hizo una mueca graciosa de asco porque eso que veía le parecía demasiado asqueroso, así que sin esperar más siguió su camino a la cocina aún con una mueca de querer vomitar.

-¿Ahora tú qué traes?- le preguntó su madre cuando entró a la cocina.

-Vi algo asqueroso- contestó.

-¿Asqueroso como qué?- pregunto la rizada volteando su vista hacia el sartén con carne que tenía en la estufa.

-Vi a Romina pasarse babas con Tyler- cuando lo mencionó a su mente volvió el recuerdo de su hermana besándose con su novio y de nuevo una mueca de asco se dibujó en su rostro y un pequeño temblor le recorrió el cuerpo.

-Mientras que sólo sea eso...- murmuró la mujer en voz baja. Apagó la estufa con la carne ya hecha y se giró hacia su pequeño hijo-. Espero que digas lo mismo cuando tengas tu propia pareja.

-Yo no tendré pareja- negó rotundamente sacándole una sonrisa a su madre.

-Eso dicen todos los niños, incluso tu hermana lo decía.

-Estoy seguro que jamás lo haré, es asqueroso, mamá- se cruzó de brazos.

-No lo es, Emilio.

-Claro que lo es. Se pasan las babas y estan abrazados todo el tiempo, parecen chicles- siguió diciendo con el ceño fruncido. Su madre volvió a reír.

-Tu abrazas mucho a Joaquín y siempre estás con él cuando están juntos- atacó la mujer con un ceja levantada.

-E-ss Es diferente- habló nervioso-. Joaquín es mi mejor amigo, y es lindo abrazarlo porque siempre huele a ropa de bebé con menta y sus abrazos son reconfortantes.

-Pues eso mismo siente tu hermana con Tyler.

-Pero ¿qué hay de los besos? Eso sigue dándome bastante asco. O sea ¿por qué lo hacen?- preguntó ahora con duda. A su madre no le tomo tan por sorpresa su pregunta, ya que Emilio siempre ha sido alguien que se pregunta el por qué de muchas cosas e incluso le gusta experimentarlas por si mismo. Con un ademán le indico que se sentará en la mesa pequeña de madera que tenían dentro de la cocina y cuando lo hizo, ella se sentó en frente de él.

-Mira hummm- su madre se quedó un poco pensativa tratando de encontrar las palabras indicadas-. Cuando dos personas se quieren mucho mucho...

-¿Como yo y Joaco?

-Ajá, sólo que ese sentimiento incluso es más fuerte, a lo que voy es que cuando dos personas se queren de esa manera les gusta demostrarse su amor de diferentes formas y los besos y abrazos van en esas formas- explicó la mayor.

-¿Entonces si quiero a alguien tengo que besarlo?- preguntó con una mueca.

-No, no, no- negó rápidamente. Emilio la miró confundido-, o sea cuando quieres a alguien como tú pareja entonces es cuando lo besas así como Romina y Tyler. Por mientras puedes dar besos en la mejilla.

Emilio suspiró.

-De igual forma sigo diciendo que es algo asqueroso.

-Créeme que cuando amas a alguien así como yo amo a tu padre y Romina a Tyler, no sentirás asco en lo absoluto, incluso sentirás una sensación muy agradable en el estómago y nunca querrás dejar de besar a esa persona- su madre se levantó de la silla y continuó preparando la cena.

Underneath the moonlight [Emiliaco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora