Ilusión [WooGyu]

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Con cada minuto que transcurre, los murmullos de los presentes ponen a Woo Hyun cada vez más ansioso. El ministro está a punto de irse; todos han estado esperando por más de una hora y varios ya han perdido la paciencia.

Suspirando, la señora Nam aprieta su bolso contra sus piernas. Abandona su asiento de honor y entonces se acerca a su hijo, llamando su atención al posar la mano derecha sobre su hombro.

—Cariño... Sung Kyu no vendrá —le asegura con tono comprensivo. No puede imaginarse la desesperación que hay en el pecho de su joven vástago.

Woo Hyun se vuelve hacia ella y la mira con sus ojos vidriosos. Se ha estado aguantando las ganas de llorar desde hace un rato, sin embargo, traga el nudo en su garganta y sonríe con amargura.

—Madre, esto es sólo un contratiempo; él se presentará y por fin nos casaremos. Ya lo verás —le dice antes de regresar la vista hacia las altas puertas del recinto.

Luego, con la angustia creciendo en su corazón, Woo Hyun observa a las únicas personas que quedan sentadas a cada lado del camino de pétalos, con expresiones por demás aburridas y otras tantas de desconcierto.

De pronto, los arreglos de rosas blancas lo transportan algunos meses atrás, cuando tuvo el valor de ir a la casa de los padres de Sung Kyu para convertirlo en su prometido. El señor Kim estaba muy molesto; no le gustaba para nada la idea de que su único hijo se relacionara sentimentalmente con personas de su mismo sexo, sin embargo, con el tiempo lo aceptó. O al menos, eso era lo que creyó Woo Hyun.

—Hijo —susurra la mujer a la espalda del joven, pero él no le da tiempo de seguir hablando.

Woo Hyun sale corriendo de pronto ante la atónita mirada de sus padres y de las pocas personas que siguen sentadas. Sube a su auto y maneja a toda velocidad hacia su departamento; el mismo que ha compartido con Sung Kyu desde hace ya algunas semanas.

Cuando entra, va directo hacia la habitación principal, deseando encontrar a su prometido aún en la cama, incluso piensa en la tonta sonrisa que se dibujará en sus labios cuando descubra que Sung Kyu sólo se ha quedado dormido.

Pero, al atravesar la puerta, el nudo en la boca de su estómago se hace más grande.

Sung Kyu no está.

Entonces Woo Hyun se apresura a buscarlo en el baño, en el cuarto de servicio, incluso en la habitación para invitados, pero su prometido no está por ningún lado y no tiene idea de a dónde pudo haber ido.

Hace tres años que se conocieron en el parque central, justamente cuando la antigua novia de Woo Hyun terminó la relación.

Hace dos años que le confesó a Sung Kyu sus sentimientos; en la misma banca donde le preguntó su nombre.

Hace algunos meses le pidió que se casaran y, hace solo un par de semanas, fueron juntos a comprar los trajes para la boda.

Era una relación perfecta.

Y es por eso que Woo Hyun no se explica por qué Sung Kyu ha desaparecido. Su prometido se esfumó, tal como lo hacen los fantasmas. Y de no ser por las fotografías en su teléfono móvil, o por la ropa que aún permanece en el sofá de la habitación, nada podría asegurar que su prometido es real.

Con pasos aletargados, Woo Hyun camina hacia la cama; aquella en la que tantas veces hicieron el amor. Enciende la lámpara de la mesita tras sentarse a la orilla del colchón y entonces lo mira: el anillo de compromiso que le compró a Sung Kyu junto a la última rosa blanca que le obsequió el pasado fin de semana.

Los pétalos ya se han marchitado; su perfume casi se ha desvanecido. Woo Hyun toma entonces la sortija y la observa con aflicción, rememorando el día que la puso en el dedo de su amado.

Fue uno de los momentos más felices de su vida y su boda hubiera sido el tesoro más preciado. En cientos de ocasiones se imaginó como un hombre casado, con un perro, un gato, y sus sobrinos corriendo y jugando en el patio trasero.

Pero, todo eso es más que una simple fantasía; aquel hermoso sueño se ha convertido en una espantosa pesadilla.

Los fantasmas de su imaginación nunca tuvieron un nombre o un rostro, no obstante, Sung Kyu no salió precisamente de una enajenada ilusión.

ONE-SHOT & DRABBLE [WooGyu & GyuWoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora