ONE-SHOT & DRABBLE [WooGyu & GyuWoo]

Juego [WooGyu]

Sung Kyu subió las escaleras hasta su habitación, dejó caer su mochila y se tumbó en la cama. Cerró los ojos, permitiendo que la fresca brisa que se colaba por la ventana abierta golpeara con suavidad en su cara. Y cuando se estaba quedando dormido, sintió una tibia mano posarse sobre sus párpados y un ligero aliento rozar su oído izquierdo.
     —Esta vez no te escaparás —le dijo esa voz varonil y ronroneante; Sung Kyu sintió una sensación electrizante recorrer su espalda. Tomó la mano que yacía sobre sus ojos y una sorna sonrisa se dibujó en sus labios.
     —¿Crees que no puedo contigo? —se burló, observando al muchacho subir a la cama para atrapar entre sus muslos las rodillas de Sung Kyu. Lo miró, y el joven posó ambas manos a cada lado de su cabeza.
     —Quiero verte intentarlo.
     Woo Hyun se acercó poco a poco al cuello de Sung Kyu y, justo cuando iba a recorrerlo con su lengua, lo sujetó rápidamente de los hombros para girarse y atraparlo bajo su cuerpo.
     —Esto es muy excitante —dijo Nam.
     Rio, divertido, y cuando creyó que el otro iba a continuar el juego que inició en los baños de la escuela, Sung Kyu se bajó del colchón.
     —Pues, te vas a quedar con las ganas.
     Woo Hyun bufó y Sung Kyu se volvió a burlar cuando le dio la espalada. Pero Nam lo jaló con fuerza del brazo, tumbándolo sobre la cama de nuevo.
     —¿Tú puedes jugar y yo no?
     Woo Hyun sujetó con una mano las muñecas de Sung Kyu sobre su cabeza, se sentó en sus caderas, y con la otra tomó la orilla de su playera, subiéndola lentamente.
     —Woo Hyun, mi hermano nos escuchará.
     —Entonces no hagas ruido.
     Sung Kyu se removió y sintió la virilidad de Woo Hyun rozar la suya, haciéndole soltar un gemido que trató de ahogar mordiéndose los labios. Nam deslizó su mano hasta los pezones de Sung Kyu, los masajeó con delicadeza y, después de hacerlos endurecer, se deshizo de su playera para empezar a besar su cuello.
     —W-Woo Hyun... —jadeó, y Nam restregó su pene contra el de Kim. Soltó las muñecas de Sung Kyu y bajó la mano hasta desabrocharle el pantalón, sacó su erecto pene, sonriéndole, y llevó su boca hasta la punta del palpitante órgano.
     Lo engulló por completo; Sung Kyu llevó las manos a sus labios para no gritar en exceso. Woo Hyun lo lamió y chupó desenfrenadamente hasta que sintió que el muchacho estaba por terminar. Entonces se detuvo abruptamente y se bajó de la cama.
     —Ahora serás tú el que se quedará con ganas —dijo, caminando hasta la ventana por donde había entrado y, girando su rostro, le dedicó una sonrisa burlona a su lindo vecino, quien sólo hizo un gesto de frustración, quedándose en el colchón, semidesnudo y con toda la excitación recorriéndole el cuerpo.