[T.H] There Will Always Be You And Me, Somewhere. [2]

Capitulo Tres

— ¡No es cierto! — exclamó Harry al ver mi auto — ¿Un impala del 67'?

— ¿¡Verdad!? Tarde en encontrarlo pero... ¡aquí está! No sabes lo bien que se siente un viaje en carretera por la noche con este auto, deberíamos hacerlo uno de estos días, antes de que te vayas de Nueva York.

— Carajo ¡Si! — acarició el cofre negro — tienes que dejarme conducirlo, por favor — imploro mientras apoyaba ambas manos en el auto.

— Solo por que eres tu — lance las llaves en su dirección, el las atrapo en el aire, soltó un aullido de júbilo.

— Okay Enfield, ¿A donde iremos?

— Hay un restaurante muy bueno a un par de manzanas de aquí, te iré indicando — el asintió, encendió el motor del auto.

— Diablos, escucha eso — reímos, nos pusimos en marcha hacia el restaurante, teníamos las ventanas abajo y disfrutábamos de las vistas, Harry estiro su mano y encendió la radio, Welcome To New York de Taylor Swift sonaba .

Harry y yo cruzamos miradas, sabíamos lo que se avecinaba, subió el volumen de la radio.

— Welcome To New York — canto él

— It's been waitin' for you

— Welcome To New York, Welcome To New York — cantamos juntos

— It's a new soundtrack I could dance to this beat, beat forevermore

— The lights are so bright but they never blind me, me

— Welcome to New York

— It's been waitin' for you

— Welcome to New York, Welcome to New York — reímos a carcajadas

— Necesitaba cantar contigo, los viajes por la noche en la carretera no son los mismos sin ti, días después de que partieras, Sam, Charlotte y yo nos montamos en el auto y lo intentamos, cantamos, conducimos, pero no era lo mismo, terminábamos en un mar de lagrimas, me siento tan raro en admitirlo — reí — los tres, no entendíamos el por qué, estábamos igual de confundidos que tu, todos queríamos romperle la cara a Tom después de que pasaron semanas y tú no llamabas o contestabas, lo traté una vez — lo mire sorprendida — no acabo bien — hizo una mueca

— Los dejó por un tiempo y ya son un desastre

— Un largo, pero largo tiempo querrás decir, cuatro años exactamente

— Cierto, pero ya no más

— ¿No?

— Nop, haremos videollamadas cada sábado sin falta Harry Holland — levante mi meñique — ¿prometido?

— Prometido — entrelazó su dedo con el mío — y ya que me estaba acostumbrando a no ser enfadado por ti — lo golpeé ligeramente — bromeó

— Es aquí — Harry giro el auto para entrar al estacionamiento— tienes que probar los bowls de pollo, están riquísimos — detuvo en auto cuando lo estacionó.

— Ya lo veremos — nos encaminamos a la entrada del restaurante

— ¿Por qué no vino Hazza? — pregunté mientras el abría la puerta del local

— Vaya ya me esta corriendo

— Claro que no — nos sentamos en una de las mesas cerca de una de las grandes ventanas — me hubiera gustado verlos a los dos, incluso a Sam, diablos, los extraño demasiado