Voy a morir.
El miedo que siempre le he tenido a los aviones comenzó a incrementar cuando cruzábamos el pasillo de abordaje.
— Ánimo Enfield, — Sam golpeó mi hombro jugando — no es como que vayamos a caer de esos 10.000 metros sobre el cielo a los que estaremos.
— ¡Eres un idiota! — lo empuje a lo que el estallo a carcajadas.
— ¿Listos? — preguntó Tom sentándose en la hilera de tres asientos.
— Para nada — exclamé mientras tenía los ojos puestos en la ventanilla, veía como nos preparábamos para despegar, mis ojos cambiaron de lugar cuando Tom estiró su mano en mi dirección, insitandome a tomarla.
— Uhhh — exclamó Harrison, golpee su estómago con mi codo rápidamente, Tom bajó sus ojos mientras sonreía con la boca cerrada, sonreí nostálgica y la tome, enlazo nuestros dedos y me sonrió, su tacto era suave pero fuerte, como siempre. Vi como sus ojos no se apartaban de nuestras manos, arrugó su entrecejo mientras con su otra mano acaricio su cien, lo mire extrañada, cuando el lo noto simplemente hizo un ademan restandole importancia.
Tome asiento a su lado, después Harrison se sentó a mi lado y los gemelos en la hilera de atrás, los malditos tuvieron la suerte de tener un asiento vació, pude ver por la pequeña ranura de división de los asientos a Sam estirado en dos asientos junto a Harry burlándose de mí, les mostré mi dedo anular y volví mi vista al frente. La señal de abróchense los cinturones, apareció sobre nosotros, escuche maldecir a Sam por tener que volver a sentarse de manera correcta, trate de respirar hondamente, Hazz me dedico una sonrisa de compresión y entrelazo su brazo con el mio, nos empezábamos a mover y mis nervios estaban por los cielos, y pronto lo estarían literalmente. Cuando vi por la ventanilla que estábamos elevándonos, inconscientemente apreté la mano de Tom, sus ojos se posaron en mí nuevamente, y los míos igual en el, me dirigió una mirada de todo estará bien y coloco su otra mano sobre las nuestras, asentí reconfortada.
Hazza posó sus ojos discretamente en nuestras manos, subió sus ojos hasta los míos y artículo con los labios "veo que no necesitas mi brazo"
No hay vuelta atrás.
[...]
Llevamos cinco horas en el vuelo, podía escuchar los ronquidos de Hazza y los gemelos cuando el cielo se torno oscuro, mi mano nunca dejo la de Tom, hasta que se levantó para ir al baño. Había pasado un tiempo desde que se fue y mis ganas de usar el baño aumentaron. Decidí levantarme, un quejido por parte de Harrison se escuchó cuando separe nuestros brazos, camine por el pasillo hasta llegara al baño, solo habia uno que decía vacante, gracias dios.
—¡Lo siento, lo siento! —exclamé cuando el supuesto baño vacante dejaba a la vista a Tom, sin camiseta..., cubrí mis ojos rápidamente cuando escuche los pasos de una azafata.
— Mierda... entra —Tom tiró de mi brazo rápidamente, nos encontrábamos solos en aquel espacio tan pequeño, y la cereza del pastel, Tom estaba sin camiseta.
— Yo...lo siento...emm, ¿conoces los seguros? por que no estaba puesto, y segundo ¿por que estas sin camiseta? — mis ojos se dirigieron a su cuello, había un gran golpe morado en el — dios...— murmuré mientras tocaba el golpe a lo que Tom siseo, pude ver que aquel golpe se extendía por toda la espalda— la caída...-
— Lo se, tenia que aplicarme una crema, estaba tardando por ello, ya que estas aqui ¿podrias ayudarme? ya sabe, cosas de mejores amigos. — sonreí ampliamente cuando dijo esas últimas palabras, asentí mientras tomaba el bote de crema que me extendía, se dio la vuelta y su gran — y muy bien formada— espalda se mostró, en algunas partes se veía azul combinandose con morado y un poco de amarillo, "si que debio doler", pensé. Una punzada de culpa atacó mi corazón cuando Tom tembló de dolor al sentir mis manos en su espalda.
— Lo siento...— murmure, sus manos se apoyaron en la pared al igual que su cabeza, trate de terminar lo más rápido posible — listo. — sus manos cayeron hasta tomar su camiseta, se la colocó lentamente y después se dio la vuelta, quedando a centímetros de mi rostro, su respiración comenzó a aumentar, y estoy segura que la mia igual, trate de apartarme lo más que pude hasta que sentí que mi cuerpo golpeó con el lavamanos, carraspee — deberías salir tu primero, luego yo, no vaya ser que piensen emm...-
— Si — carraspeo igual — tienes razón, emm...iba pedir algo a las azafatas, ¿tienes hambre? deberías comer algo, el vuelo es largo...— de pronto ahí estaba el Tom de 16 años, preocupándose por una Darcy que dejaba de comer por los problemas a su alrededor.
— Si, muchas gracias, ordena lo que quieras— compartimos una sonrisa y despues salio del baño, mi mirada se poso en la chica del espejo, con los rizos por todos lados, — te extraño demasiado Holland...
[...]
Supe que me encontraba en casa cuando vi la entrada de la casa de los Holland, esa puerta que puedo reconocer donde sea. La puerta se abrió dejando salir disparada a la pequeña Tessa, me agache rápidamente para estrecharla en mis brazos. Después de cuatro años, en verdad necesitaba de ella.
— En verdad te extraño — dijo Tom poniéndose a mi altura para acariciarla.
— Si bueno, ¿quien te extrañaría a ti? — bromeé
— Considerando que casi muero t...-
— Callate Holland — reímos suavemente y después nos adentramos en la casa, todo parecía igual a cuando me fui, pero no lo era, sabía que no lo era.
Nos separamos por la casa, subí hasta mi habitación en la casa de los Holland y deje mis cosa ahí.
Después de desempacar un poco, nos reunimos todos, menos Tom, en mi habitación.
— ¿Cuál será la primera parada? — preguntó Sam sentándose sobre los edredones.
— Creo que todos estamos algo cansado, así que algo que está cerca, demasiado cerca.
— La casa del árbol — dijeron los chicos, asentí con una sonrisa.
Nos dirigimos hacia esa casa junto con Tom, cada segundo uno de nosotros giraba su mirada hacia a él, esperando que algo le resultara familiar.
— Wow — exclamó cuando terminamos de subir a la casa del árbol — hay demasiados libros — dijo acercándose al librero, pasando su mano por ellos. Por mi mente paso si debería decirle que este es, era nuestro lugar.
— ¿Te resulta familiar?
Se veía en su rostro que en verdad trataba de poner su memoria a trabajar, miraba las cosas detenidamente, tocandolas, sintiéndolas, tratando de hacer que estas hablaran para él y pudieran decirle todo lo que había olvidado.
De pronto su mirada recayó en el pequeño sillón que había en la casa, donde nos habíamos sentado en incontables veces a leer, hablar, ver las estrellas. Sus ojos se quedaron ahí, por lo que parecieron horas, hasta que decidió tocar los cojines. Nuestra esperanza aumentaba cada vez más.
— Yo construí esto, junto con mi abuelo, ¿no? — recordaba eso, pero, no el por qué.
— Si, el te ayudo. — dijo Harry — ¿Recuerdas algo más? — acarició nuevamente el cojín.
— No... Lo siento.
Mi mirada pasó de Harry a Sam, y de Sam a Hazza, ellos asintieron tristes. Era el primer lugar, no debemos apresurarnos.
— No importa. — dije mientras compartía una sonrisa con Tom.
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[T.H] There Will Always Be You And Me, Somewhere. [2]
FanfictionDespués de esa dura despedida en el aeropuerto hace cuatro años, la vida de Darcy en la universidad pinta para bien, fiestas, eventos, campañas, incluso un par de chicos, pero la ruptura con Tom le sigue doliendo y más la pérdida de su mejor amigo...