[T.H] There Will Always Be You And Me, Somewhere. [2]

Capitulo Treinta Y Uno

— Señorita — gire sobre mi eje para encontrarme con un ramo de margaritas frente a mi y un sonriente Tom — ¿me haría el honor de venir conmigo al baile de graduación? No se aceptan no's por respuesta así que es solamente un aviso.

— Pues para que tenga una respuesta, seria todo un placer ir con usted — imite una reverencia al igual que él y comenzamos a reír.

— Hola.

— Hola — dije tomando el ramo entre mis manos y acercándome para darle un beso en sus labios — gracias por las flores.

— No hay de que.

Habían pasado dos semanas desde que me había enterado de lo de mis padres, no es como si ya no sintiera el dolor, si no que yo misma me impulsaba a hacer las cosas que se que ellos hubieran querido que hiciera, para mantener su memoria viva, para sentirlos conmigo. Así que después de dos semanas sin ir a la escuela, estaba devuelta en la universidad, con muchas cosas por hacer, y estaba feliz por ello.

— Se que este baile sera sensacional, lo siento dentro de mi. Ademas, tengo a mi antiguo staff ayudándome — voltee hacia atrás, solo para encontrarme con Sam y Harry cargando cajas — se ofrecieron como voluntarios para la creación del baile y la universidad acepto felizmente — volteamos nuevamente, llamando nuestra atención un grito por parte de Sam después de que Harry dejara caer una caja en su pie y Hazza apareciendo en escena solo para golpear a ambos en la cabeza y ponerlos a trabajar nuevamente — bueno, ya sabes que esto sera mas grande que solo la preparatoria, es toda una generación de universitarios, sera algo demasiado grande.

— Se que puedes con esto, querida.

Resople mientras despeinaba mis cabellos con mis manos — Lo sé, lo sé, yo puedo.

— Me encanta que estés ocupada con algo, y de verdad poniendo todo en ello. Es algo que admiro de ti.

Sonreí y asentí apoyando mis manos en la mesa — Si, de verdad, estoy agradecida de tener este baile, pero la ceremonia... es otra historia, mis padres no estarán.

— Bueno, se que sera duro, demasiado, pero, por lo menos tendrás al resto de tu familia entre las sillas.

— Me gustaría ir a visitarlos.

— Claro, lo haremos — asintió con rapidez, creo que estaba aliviado de poder hacer algo por mi, aun que con simplemente estar a mi lado ya estaba haciendo demasiado —, comprare los boletos de avión.

Mis padres habían tenido su accidente en terreno americano, pero, ellos merecían ser enterrados en casa, así que viajamos y los enterramos en Kingston, en nuestro hogar.

Su vida estaba haya, era justo que regresarán a donde más fueron felices. Al final de cuentas uno siempre regresa a donde fue feliz.

— Bueno — golpeé mis palmas juntas — ¡chicos! — llame y dos cabeza castañas y una rubia giraron acabando lo que sea que estuvieran discutiendo, momento de poner orden. — Harry, luces. Sammy, decoración. Hazz, mobiliario.

— A la orden.

— Si señora.

Y desaparecieron por el salón, Tom sonrió divertido — Y tú... — sus ojos se abrieron como platos — te toca una labor importante — se cruzó de brazos — darme un beso.

— Enseguida.

✴️

Después de un par de horas decorando, cuidando que Sam no cayera del paso de gato, Harry no explotara las luces y dejara a Nueva York sin electricidad y Hazza perdiera la cordura, estábamos desplomados en medio salón con sólo un par de luces iluminando, completamente exhaustos.