Paso varios días sin saber nada de nadie. Solo mi madre sube a la habitación para traerme la comida o decirme que me tengo que bañar.
Estoy en mi habitación viendo Titanic cuando llaman al timbre de casa. Será algún vecino o algo y sigo viendo la película. Entonces oigo una voz muy conocida al otro lado de la puerta de mi habitación.
-¿Es aquí?- dice Josh. ¡Josh! Oh dios..
-Si -responde mi madre.
Entonces antes de que pueda arreglar un poco mi habitación que está llena de pañuelos y palomitas y antes de que pueda incluso levantarme de la cama la puerta se abre y Josh se queda mirándome.
-Jennifer.. -entra con cautela y se sienta en la cama y me abraza y yo empiezo a llorar en sus brazos. -Pensaba que todo había salido bien, ¿no habias ido a la revista?
Se separa de mi para mirarme a la cara y yo asiento.
-Si... fui -mi amigo me aparta las lágrimas de la cara. -Pero me da miedo salir, Josh. No quiero que me critiquen.. ¿y si no sale bien lo de la emtrevista?
-Ey, vamos Jennifer. Va a salir bien, te lo prometo -me da un beso en la frente. Entonces yo me hago a un lado para invitarlo a mi lado y él se acuesta correspondiendome. Apoyo mi cabeza en el brazo que me ofrece como almohada.
-¿Con que viendo Titanic, eh?- yo asiento sin mucha ilusión.
-Deberiamos poner algo menos triste, ¿no crees? -estira el brazo y coje el mando que está en la mesilla y hace zapping. Entonces llegamos a un canal de niños pequeños en el que sale Mickey Mouse.
-¿Josh?
-¿Qué? Me gusta -dice riendo.
-Vale, vale.. -y me abrazo fuerte a él hasta que me duermo.
