•Luz y Oscuridad• ||Sasuke Uchiha||

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Confesiones inesperadas:
Recordando el pasado

Haru

Siento que ya no podré seguir durmiendo... El sol me está dando directamente en la cara evitando que reconciliara el sueño.

Un momento... ¿Reconciliar el sueño?

¡¿Que!? ¿Me quedé dormida? Por cómo está el cielo diría que es de madrugada.

Oh no, papá se enfadará conmigo por no haber vuelto. Tal vez deba...

Al voltearme me llevé una gran sorpresa. ¿Qué está haciendo aquí a estas horas?

–Has despertado. –Dijo pero seguía mirando al frente.

–¿Que estás haciendo aquí?

–Kakashi me envió a buscarte. Como notó que no volvías se preocupó y aquí estoy.

–Ya veo...

Hmm aún así me resulta extraño. Tiene cierto aura que no había visto desde hace un tiempo, uno relajado.

–¿Tienes hambre?

–No. –En ese momento mi estómago dió un buen rugido. –Bueno tal vez un poco.

–Hm. –Sacó de su mochila dos Onigiris y me los tendió. –Ten.

–Gracias pero, ¿Y tú? De seguro también debes de estar hambriento. –Le tendí uno pero él negó.

–No tengo hambre. Ya he comido junto a Kakashi.

–Oh, está bien.

Y así transcurrió casi toda la mañana. Ambos en silencio sin decir palabra alguna, solo mirando los alrededores y evitando por alguna razón el contacto visual.

¿Sobre qué debería hablar? No he estado cerca de él durante mucho tiempo desde lo ocurrido en su Clan. Sé que mencionar a Itachi no sería para nada bueno, pues estoy al tanto del odio que Sasuke siente hacia él. Si le menciono algo acerca de cuando éramos niños y pasábamos tiempo juntos posiblemente recuerdos de lo ocurrido lleguen a su memoria y no sería algo agradable.

Aún recuerdo perfectamente el día en el que los conocí a ambos...

FLASHBACK

–Creo que ya debería volver a casa o papá se preocupará. –Tomé la cesta donde tenía las flores que había recolectado y comencé a caminar de vuelta a casa.

Quise recolectar estas flores para hacerle un regalo a papá. Al ser pequeña no puedo hacer algo muy grande... Espero le guste.

De pronto escucho como si hubieran personas peleando cerca de aquí. Pero no parece una gran pelea... Más bien un pequeño encuentro tal vez o un entrenamiento. Decidí acercarme silenciosamente y ver qué pasaba. Habían dos personas, un niño de mi misma edad tal vez y otro más grande. Al parecer estaban entrenando...

Sin verlo venir algo rozó mi mejilla haciendo que me quede completamente inmóvil.

–Sea quien seas, sal de ahí. Ya te he visto. –El más pequeño fue quien habló. Al parecer el estar silenciosa no fue suficiente.