•Luz y Oscuridad• ||Sasuke Uchiha||

🌙 21 🌙

Lejos de casa

Narra Haru

Frío.

Siento cómo el suelo está tan helado que impide moverme. No siento mis extremidades. Ni una de ellas. Poco a poco con mucha dificultad voy recuperando la conciencia, sin entender absolutamente nada del presente.

¿Donde estoy? ¿Qué y dónde es este lugar? Aún veo borroso y mí cabeza no para de dar vueltas. Duele un poco, pero por el momento es soportable. Acostumbrarme al ambiente me es difícil. ¿Estoy sola? Recuerdo que hace unos minutos yo estaba... Ay por dios. Ya entiendo.
Nos atacaron de imprevisto y sin hacer ningún enfrentamiento directo. Durmieron a Sasuke y luego me llevaron a mí. ¿Se habrá percatado de la pista que logré dejarle? Es terco, sí, pero su inteligencia es uno de sus mayores razgos. Espero lo haya logrado.

Oí pisadas acercándose cada vez más hacia mi posición. Por inercia fingí estar dormida y esperar a que sea quien sea suelte alguna que otra información útil. El plan números dos sería escapar de aquí.

La puerta se abrió dejando entrar una especie de ventisca muy caliente haciendo que mis músculos se relajen y poder volver a sentir mi cuerpo.

— ¿Duerme aún? ¿No dijiste que en unas horas ya estaría conciente?

— Eso se suponía.

— Dijiste eso hace tres días, zoquete. La noqueaste demasiado brusco. Ahora vaya uno a saber cuándo despertará.

— ¿Quien dice que debemos esperar? Traigan la cubeta. Ya veremos si duerme o solo son trucos suyos.

— Pero el Jefe...

— El Jefe no está aquí. Nada de esto sucedió. ¿De acuerdo? Ahora, dámela.

Se escuchaba como algunos salían y entraban frecuentemente. ¿Qué estaban haciendo? No lo sé. Yo estaba de espaldas a la puerta, pero sentía la presencia de muchas personas a mí alrededor.

Me alarmé un poco cuando me tomaron de los brazos entre dos sentándome en una silla. Esto de simular estar dormida no servirá de mucho si sigo así. Tampoco puedo simplemente huir sin ningún plan o estrategia.
Sin siquiera dejarme tiempo a respirar una vez más, sentí como una enorme cantidad de agua entró hasta por mi nariz y oídos. De un golpe me "Desperté" con la respiración agitada y entrecortada mirando hacia todos lados. Mis sospechas eran ciertas. Habían seis hombres en esta habitación tan... Pequeña. Apenas cabíamos todos aquí dentro dejando un pequeño lugar por dónde caminar. Quité el resto de agua de mi cara abriendo de a poco mis ojos completamente. Todos me observaban de una manera muy desagradable. Todos excepto uno.

— Míra nada mas. Nos volvemos a ver, dulzura. — Uno de ellos se acercó quedando en frente de mí. — ¿Has dormido bien?

Pero no respondí. Decir palabra alguna aquí sería mal gastar mi saliva. Si quiero sacarles información estoy segura de que no la obtendré tan fácil.

— Eres de pocas palabras, ¿Eh? Ya veo. Aunque no es un problema para nosotros. Solo necesitamos de tu presencia.

— ¿Que hacemos con ella hasta entonces, Sen?

— Dejarla aquí, pues claro. Todo depende de lo que el Jefe ordene hacer. Útil o no, solo él lo dirá. — El grandote hablaba como si se sintiera orgulloso de algo. A simple vista parece ser que es el lame botas de su propio líder.