•Luz y Oscuridad• ||Sasuke Uchiha||

🌙 3🌙

¿En verdad eres tú?

Narra Haru

Esto del chequeo diario no es para nada agradable. Fueron cinco horas las que estuve allí dentro con Orochimaru y Kabuto quienes me introducían varios líquidos extraños mediante unas sondas. Según ellos solo estaban confirmando algo, cosa que no quisieron comentarme qué pero tampoco quise insistir.

Siento que mi cuerpo está algo diferente a como estaba ayer. Tal vez sea por todos esos líquidos que me introdujeron. Siento algo de mareos y un poco de dolor en mi cabeza, dando vueltas y vueltas complicando que camine enderezada. Debo ir a mi habitación y descansar un poco...

Al caminar por unos cinco minutos me adentre a mi habitación. Me dirigí a la cama pero antes de poner un dedo en ella me percaté de algo.

- ¿Que? ¿Por qué hay una espada y una prenda de color blanca aquí? Que yo sepa no me pertenece... -Tomé aquella espada cuidadosamente y la inspeccioné bien. Tiene un filo bastante peligroso. Podría cortar hasta veinte objetos juntos y más...

Miré un poco alrededor de la habitación y se me hizo un tanto desconocida.

-Un minuto. ¡Esta no es mi habitación! Oh oh... Debo haberme confundido debido al dolor de cabeza y entré a otra equivocada. Debo irme antes de que-

De un momento a otro sentí como fui jalada hacia atrás cayendo al piso de forma brusca. Al levantar la vista me encontré con la punta de la espada muy cerca de mi nariz.

-¿Quién eres tú y cómo lograste encontrar este lugar? -Una voz masculina fue la que habló.

¿Que digo? En realidad no sé bien que palabras usar. ¿Y si cree que miento? Por su forma de actuar yo diría que no es alguien del todo amigable.

-Lo siento me confundí de habitación. -Intenté pararme pero sentí un leve dolor en la pierna derecha cosa que me lo impidió un poco. -Maldicion.

-Levantate. -Me tomó del brazo y me puso de pie quedando frente a él. Está algo oscuro asique no puedo observar bien de quién se trata.

Lo que sí pude ver bien fueron sus ojos. Eran muy oscuros, exactamente como la mismísima noche. No sé porqué pero encontré cierto encanto en aquellos ojos. Como si fueran los más bonitos que haya visto jamás...

Intenté soltarme pero no lo lograba. Por alguna razón él había intensificado el agarre.

-Eres una intrusa. Deberías saber que el que viene aquí no sale ileso, o por lo menos no del todo. Deberias-

En ese momento una luz se encendió iluminando un poco más la habitación, dejando ver con más claridad cada detalle de aquella persona que me tenía sujeta. Su rostro mostraba en verdad sorpresa y confusión. Sus ojos se pusieron un poco ¿Cristalizados? No lo entiendo. Soltó su agarre completamente y dió varios pasos hacia atrás llevando una mano a su cabeza.

-No puede ser... -Se quedó completamente quieto aún con la mano en la cabeza. -Haru, Haru ¿En verdad eres tú?

-¿Haru? Lo siento, pero creo que me confundes con otra persona. -Una risita salió de mi boca mientras frotaba un poco mi brazo.

-No lo creo. -Se acercó a mi y me tomó de la mano. Al observarme mejor me abrazó, cosa que definitivamente me sorprendió.