•Luz y Oscuridad• ||Sasuke Uchiha||

🌙 23 🌙

"¿Y cómo sabes mí nombre?"

Narra Haru

A lo largo de los años que pasé junto a Sasuke creí que los problemas y conflictos con las personas se habían detenido. Pero fue inútil si quiera haber pensado de tal manera. En un mundo donde la lucha y la conflictividad prácticamente estuvo presente a lo largo de los años, uno se ve obligado a estar siempre atento. No importa qué tan a salvo te sientas... Me hubiese agradado la idea de estar en completa armonía en mí camino junto al Azabache. Llegar a cumplir alguna meta juntos, o hasta celebrar los logros del otro. Pero a veces siento que cada vez me alejo más y más de ello. Solo quiero ser feliz. Feliz con los que siempre estuvieron ahí conmigo.

¿Es acaso un deseo egoísta?

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No puedo evitar soltar quejidos de dolor al estar en movimiento. Esos sujetos de verdad lo hicieron con fuerza, parece que tenían ya una frustración bastante reservada como para haberse descargado de esa manera.

Siento cómo unas manos suben la camiseta que llevaba hasta un poco más arriba de mi ombligo. Seguido de ello un ardor impresionante hace que recobre los sentidos y despierte de una vez.

Al abrir los ojos de golpe hizo que me mareara un poco, haciendo que vuelva a recostarme. Con estos entre abiertos pude ver una habitación muy iluminada. A cuestas logré voltear a ver a la persona que tenía a mí lado.

¿Es acaso un dios? No quiero ser grosera ni maleducada, pero nunca había visto a alguien tan... perfecto visualmente.

— Despertaste. — El joven chico habló dejando de lado lo que hacía. Bajó mi camiseta con sumo cuidado y se puso de pié. No tardó más de cinco minutos, que al volver apareció con unas prendas de color púrpura en sus manos. — Ten esto. Supuse que éste color te representa.

Lo dejó a un lado de la camilla en la que me encontraba y acto seguido me observó con una mirada muy neutra. ¿Que busca?

— ¿Por qué me ayudas? Creí que estabas con esos sujetos.

— Mí estadía con ellos debía acabar el día en el que te ayudé a escapar de ese lugar. Y así fue. Mí labor ya había concluido.

— ¿Acaso hiciste algo...?

— ¿Peligroso? Tal vez. Solo si consideras que matar a alguien es un crímen. Verás, Haru, en un mundo así lo elijas o no, deberás tomar una desición sin saber si es buena o mala. Sin saber si tendrás consecuencias por ello o no. Debes ser lista.

No entiendo nada.

— ¿Qué quieres decir? ¿Eres un asesino prófugo? ¿Ellos te refugiaron? — Hice una pausa. — ¿Y cómo sabes mi nombre?

— Tienes dudas. Lo entiendo. Pero, déjame hacerte una pregunta. — Se acercó lo suficiente como para que yo casi me cayera de la camilla al intentar alejarme. — ¿No me tienes miedo?

— ¿Miedo? ¿Debería tenerlo?

— No lo sé, solo dime. Una persona totalmente desconocida para ti, que no hizo nada para defenderte desde un principio y te enteras de que es un posible asesino serial. ¿No deberías alejarte lo suficiente de aquí?